Washington, 5 dic (EFE).- El congresista demócrata John Conyers, acusado recientemente de abusos sexuales y que lleva 27 años en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, anunció hoy su intención de retirarse y que, por lo tanto, no se presentará a los comicios de 2018, en los que apoyará la candidatura de su propio hijo.
El representante de Michigan en el Congreso, que anunció su decisión en una pequeña emisora local de su estado, cede así, al menos en parte, a las presiones ejercidas en los últimos días por su propio partido, desde donde se venía pidiendo su dimisión al considerar "muy creíbles" las acusaciones.
Conyers ha negado en todo momento esas acusaciones de acoso sexual, aunque su oficina reconoció que, en 2015, dio una indemnización de 27.000 dólares a una exempleada que aseguraba haber sido acosada por él.
Su situación se volvió insostenible a finales de noviembre, cuando salió a la luz un segundo acuerdo alcanzado con otra mujer que había acusado al congresista de acosarla cuando trabajaba para él como asistente.
A raíz de estas revelaciones, Conyers, de 88 años, tuvo que ser hospitalizado debido a una crisis de estrés y, desde la propia clínica, anunció que dejaría de manera temporal su puesto como demócrata de mayor rango en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, mientras se investigaba el caso.
Sin embargo, esta decisión no fue suficiente para la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien alabó la valentía de las mujeres que le acusaban por "haber dado un paso al frente" y exigió a Conyers que renunciara a su cargo de manera inmediata.
Finalmente, Conyers ha optado por hacerse a un lado en un momento en que el país observa estupefacto la oleada de denuncias que aparecen cada día contra personalidades del mundo de la política y del espectáculo y que ha generado una filosofía de tolerancia cero.
En cualquier caso, el demócrata ha evitado que su anuncio pueda interpretarse como una concesión, al resaltar la importancia de su legado, que incluye ser uno de los legisladores que propuso la Ley de Derecho al Voto de 1965 y que, según dijo, quedará ahora en manos de sus vástagos.
"Quiero que sepan que mi legado continuará a través de mis niños. Tengo una gran familia y, en especial, mi hijo mayor, John Conyers III, a quien de hecho apoyo para que me reemplace en mi sillón del Congreso", señaló Conyers al anunciar su retirada.