Con la ayuda de perros de rescate, los bomberos buscaban este jueves otras víctimas de los furiosos incendios en California, que ya mataron a más de treinta personas y se espera que la cifra siga subiendo.
Vientos secos y casi huracanados azotan la región vinícola, obstaculizando los esfuerzos de los miles de bomberos de todo el país que tratan de contener los 21 focos que han arrasado con 78.000 hectáreas y 3.500 edificaciones entre viviendas y comercios. El último saldo es de 31 fallecidos.
El incendio Tubbs, que afecta a los condados de Nappa y Sonoma, se ha reducido a 10% de su extensión inicial luego de haber reducido a cenizas cerca de 14.000 hectáreas. El Atlas, otro de los incendios más poderosos, había sido reducido a un 3% luego de devorar 17.700 hectáreas de terreno.
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El Tubbs es el tercer incendio más mortal en toda la historia de California, pues provocó 15 del total de fallecidos.
El sheriff del condado de Sonoma -de los más afectados- dijo que recibieron 1.000 reportes de personas desaparecidas -algunos cree pueden estar duplicados-, de los cuales 600 ya aparecieron a salvo. Espera que el resto no haya podido comunicarse por el colapso en las redes y que estén bien.
Pero indicó que los cuerpos de rescate entraron en la "fase de recuperación". "Tenemos perros de búsqueda que básicamente siente el aroma de los cuerpos y nos ayudan a encontrarlos".
Giordano advirtió que será "un proceso lento" pues los incendios se mantienen activos, complicando la identificación de las víctimas.
"Hemos encontrado cadáveres completamente intactos y cuerpos que no serán más que cenizas y huesos", dijo en una rueda de prensa.
Mientras se realizan las búsquedas, se ordenó la evacuación de ciudades de los condados de Sonoma y Napa, muy golpeados por las llamas con miles de hogares destruidos.
Las evacuaciones en Santa Rosa, también en Sonoma, afectaron a unas 175.000 personas. Al final, barrios enteros quedaron reducidos a cenizas.