Washington, 3 jul (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, se ofreció hoy para "ayudar" al bebé británico Charlie Gard, afectado de una enfermedad genética rara y mortal, y que será privado pronto de la respiración artificial que le mantiene con vida.
"Si podemos ayudar al pequeño #CharlieGard, de acuerdo con nuestros amigos en el Reino Unido y con el papa, estaríamos encantados de hacerlo", dijo Trump en un mensaje en su cuenta en Twitter.
If we can help little #CharlieGard, as per our friends in the U.K. and the Pope, we would be delighted to do so.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 3, 2017
El tuit de Trump, que no especificó en qué consistiría su ayuda, llega un día después de que el papa Francisco expresara también su solidaridad con los padres del bebé, y pidiera que se les permita "acompañar y tratar hasta el final" al pequeño.
Una asesora de Trump y directora de asuntos mediáticos en la Casa Blanca, Helen Aguirre Ferré, precisó más tarde que el presidente se interesó por el caso de Charlie Gard al verlo en los medios y decidió "ofrecer ayuda a su familia en esta situación devastadora".
"Aunque el presidente no ha hablado con la familia, (porque) no quiere presionarles en absoluto, algunos miembros de su Gobierno sí han hablado con la familia en llamadas telefónicas facilitadas por el Gobierno británico. El presidente está tratando de facilitar ayuda si es posible", explicó Aguirre Ferré en un comunicado.
La asesora sugirió que las conversaciones tienen que ver con una oferta de tratamiento en Estados Unidos, aunque dijo que "por razones legales" no podía "confirmar el nombre del médico o el hospital donde el bebé podría ser tratado" en el país.
El bebé de diez meses padece una rara enfermedad genética, una variedad grave de encefalopatía mitocondrial que le ha causado daño cerebral y le impide respirar por su cuenta o mover sus extremidades, y la única esperanza de sus padres es someterlo a un tratamiento experimental en Estados Unidos.
El Great Ormond Street Hospital de Londres, donde está ingresado el pequeño desde que tenía dos meses, consideró que esa terapia no sería beneficiosa para el bebé, lo que desató una batalla legal para determinar si los médicos podían retirarle la respiración asistida contra la voluntad de sus progenitores.
El pasado 28 de junio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) respaldó la decisión de la Justicia británica de dar una muerte digna al bebé, y rechazó así el recurso de los padres, Christopher y Constance Gard.
Su dictamen especifica que, en términos médicos, el pequeño sufre un "severo síndrome infantil de encefalopatía mitocondrial", que causa mutaciones en el gen RRM2B y le "priva de la energía necesaria para vivir".
Los padres recurrieron a la Corte europea cuando los tribunales británicos autorizaron que Charlie fuera privado de la respiración artificial, y argumentaron que el país había vulnerado su derecho a la vida, al oponerse el Great Ormond Street Hospital de Londres al tratamiento experimental en Estados Unidos.
Los padres se habían quejado de que las decisiones de las instancias nacionales habían supuesto "una injerencia injusta y desproporcionada en sus derechos parentales y sin justificación alguna".
Sin embargo, la Corte de Estrasburgo avaló la conclusión de la Justicia británica, basada en "evaluaciones de expertos detalladas y de alta calidad" que consideraban "muy probable que Charlie estaría expuesto a dolores y sufrimientos continuos".
El hospital londinense donde se encuentra Gard ha decidido mantener un poco más la respiración asistida al bebé, para permitir que sus padres pasen más tiempo con él.