OKLAHOMA CITY (AP) — Un grupo de legisladores republicanos de Oklahoma propuso que más de 80.000 alumnos de las escuelas públicas que no hablan inglés sean entregados a las autoridades federales de inmigración.
El estado se ahorraría 60 millones de dólares si pudiera identificar a unos 82.000 estudiantes que no saben inglés “y entregarlos a las autoridades” para determinar si son ciudadanos, dijo Mike Ritze, un legislador republicano.
No quedaba claro en base a esas declaraciones, emitidas el miércoles al noticiero News9, si Ritze se refería a entregar los nombres o a los estudiantes mismos.
Ritze además puso en duda que el estado esté en la obligación de educar a niños que no son ciudadanos.
En 1982 la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que los estados no pueden privar de educación pública gratuita a los alumnos con base en su estatus migratorio.
Ritze no fue al Capitolio el jueves y no respondió a llamadas ni a correos electrónicos.
Ryan Kiesel, director del capítulo local de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), calificó las declaraciones de Ritze como “repugnantes e inhumanas”.
Por otro lado, el magnate de la salud Mike Fernández anunció hoy la creación de una coalición de asesoría legal para los indocumentados que enfrentan la deportación como parte de las duras políticas migratorias del presidente Donald Trump.
El empresario cubano-estadounidense dijo a Efe que en su primer día la nueva fundación, Immigration Parnership and Coalition (IMPAC, en inglés), ha recaudado más un cuarto de millón de dólares que servirán para la defensa legal de los inmigrantes detenidos que no tengan récord criminal.
Conocido por sus millonarias donaciones a campañas políticas, el magnate señaló que la idea es comenzar en Florida y dependiendo del resultado expandirse al país.