El presidente estadounidense Donald Trump se lanzó el jueves contra las importaciones de acero e invocando la defensa nacional inició un procedimiento que puede generarle represalias de China.
"No es sólo un tema de precios, no es sólo un tema de empleos. También tiene que ver con la seguridad nacional de nuestro país; algo de lo que lo que no se habla", dijo Trump.
"El acero es algo fundamental tanto para nuestra economía como para nuestras fuerzas armadas. No es un área en la que podamos estar dependiendo de otros países" dijo en la Casa Blanca donde recibió a empresarios siderúrgicos.
El presidente acababa de pedir al departamento de Comercio abrir lo antes posible una investigación sobre el acero basada en el artículo 232 del Código de Comercio para determinar si hay razones de defensa nacional que justifiquen limitar la importación de bienes a Estados Unidos.
Ese procedimiento fue invocado en los años 70 durante la crisis petrolera y en 2001 también para el acero. El departamento de Comercio dispondrá de 270 días para examinar el tema y sacar conclusiones tras informar al departamento de Defensa.
El secretario de Comercio Wilbur Ross dijo que las importaciones de acero en los dos primeros meses del año aumentaron 19% respecto al mismo periodo del año pasado.
Esas importaciones representan 26% del acero disponible en el mercado estadounidense y pone en riesgo la sobrevivencia de ese sector porque las acerías de Estados Unidos funcionan al 71% de su capacidad, según Ross; un exejecutivo del gigante de la minería y siderurgia ArcelorMittal.
En 2001 el departamento de Comercio decidió no sugerir medidas cuando se le encomendó este procedimiento para el acero, recordó la organización que agrupa al sector manufacturero estadounidense.
Si ahora el departamento entiende que amerita tomar medidas podría, en acuerdo con el presidente, imponer elevados derechos de aduana o establecer cuotas para la importación de acero.
"Un factor que hace a la seguridad nacional sería que si se necesita un rápido aumento de la producción, se dispondría de lo requerido para ello; especialmente para las complejas aleaciones necesarias para las placas de blindaje o cosas por el estilo", explicó Ross.
¿Quién está en la mira?
Interrogado sobre el impacto que tendría esta decisión en las relaciones con Pekín, Trump aseguró: "Esto no tiene nada que ver con China. Tiene que ver con todo el mundo".
Estados Unidos importa acero especialmente de Canadá, Brasil, México, Corea del Sur, Rusia, Turquía y Japón.
De China solo llegaron en febrero a Estados Unidos 54.622 toneladas sobre un total mensual de 2,43 millones de toneladas.
El departamento de Comercio señaló que actualmente Estados Unidos no impone tarifas al acero pero iniciaría procedimientos "antidumping" contra 152 categorías de productos de ese sector.
El mercado mundial del acero está en grave crisis debido a una sobreproducción que hizo caer los precios.
China fabrica la mitad del acero producido en todo el planeta pero el enlentecimiento del crecimiento de su economía y la menor demanda mundial dejaron a su industria con una amplia capacidad ociosa.
Pekin acusó en febrero a Washington de proteccionismo por imponer tarifas de 63% a 190% a exportadores chinos acusados de vender productos a menos de su justo precio o gracias a indebidos subsidios.
Alemania también se quejó en marzo de los derechos de aduana impuestos a sus planchas de acero. Tanto China como Alemania están considerando denunciar esas medidas estadounidenses ante la Organización Mundial de Comercio.