El Departamento de Estado incluyó el jueves en una lista de "terroristas" al clérigo musulmán británico Anjem Choudary y a Shafee Elsheikh, integrante de "Beatles", una célula que se dedicaba a reclutar miembros para el grupo Estado Islámico.
Los dos están entre los siete combatientes extranjeros de grupos yihadistas que han sido incluidos en las listas negras de los departamentos de Estado y del Tesoro, para ser catalogados como "terroristas globales", con sanciones financieras a nivel mundial.
Otros agregados a las listas son: Mark John Taylor de Nueva Zelanda, quien se unió al Estado Islámico en 2014; Shane Dominic Crawford, de Trinidad y Tobago y combatiente extranjero de EI; así como el suizo de origen tunecino Sami Bouras, señalado por el Departamento de Estado como miembro de Al Qaida involucrado en la planificación de un ataque suicida.
También fueron incluidos Muhammad Bahrun Naim Anggih Tamtomo de Indonesia y Muhammad Wanndy Bin Mohamed Jedi de Malasia.
Naim es un yihadista encargado de encontrar recursos para el grupo Estados Islámico, residente en Siria, mientras que Jedi trabaja con el EI en Siria e Irak reclutando nuevos combatientes en el exterior.
Choudary es el único de los siete que no está en libertad. Este exabogado paquistaní fue encarcelado en septiembre de 2016 por alentar el apoyo a los yihadistas de EI.
Elsheikh, también de nacionalidad británica, es miembro de una "célula ejecutora" del Estado Islámico apodada "Los Beatles", la cual está acusada de múltiples decapitaciones de personas secuestradas, según el Departamento de Estado.
"Elsheikh ha dicho que ha ganado reputación por hacer simulacros de ahogamiento, mofarse de ejecuciones, y crucifixiones mientras estaba sirviendo como un celador de ISIS", dijo el Departamento de Estado, utilizando el acrónimo de Estado Islámico.
El departamento del Tesoro sanciona a las personas incluidas en esta lista con la prohibición de hacer negocios globales y a las redes bancarias, así como a cualquier entidad estadounidense para hacer negocios con ellos.
La prohibición se puede extender a entidades extranjeras como bancos con operaciones estadounidense, ampliando el impacto de las sanciones.