Un impresionante cortejo fúnebre se desplazó por las calles de Santo Domingo, en Chontales, la mañana de este lunes para acompañar a su última morada a Paul Joel Rosales, uno de los trabajadores de la salud que falleció el pasado 4 de octubre tras ser arrastrado por las fuertes corrientes de un cauce en Juigalpa.
Antes de llegar a su última morada, el cuerpo ingresó al centro de salud donde por años se desempeñó como conductor. Amigos y compañeros de trabajo lamentaron su pérdida y destacaron sus virtudes.
"Lo recordamos como muy buena gente, buen compañero, buen trabajador, inclaudicable como dice la palabra porque nunca nos dejó, siempre anduvo con nosotros, siempre luchó con el trabajador que llegáramos y viniéramos con bien, pero sucedió esta tragedia trabajando", dijo entre lagrimas su compañera de trabajo, Rosa Martínez.
"Como un compañero, un amigo, una persona de la población, buen cristiano, un buen amigo, una persona servicial y un trabajador de esta unidad", expresó otra compañera de trabajo, Anabel Lopez.
"En una ocasion que yo me gravé (enfermé) él me tuvo que trasladar y me decía: profe a mí no me gusta darle ride así grave y él iba dando animos", recordó Tania Suárez, delegada municipal del MINED.
La familia doliente agradeció las muestras de solidaridad de las autoridades así como la ayuda del municipio para lograr encontrar el cuerpo para que Paul descansara en paz.
"Agradezco a todo el pueblo que se desbordó en la marcha y a todo aquel que nos apoyó para buscarlo, de hecho tenemos un compromiso y vamos a seguir luchando por los otros", fueron las palabras del hermano del fallecido, Javier Rosales, en alusión a la búsqueda que todavía continúa de la desaparecida Damaris Sequeira.
Posteriormente llegó el momento de ser puesto en su última morada, no sin antes rogar a Dios por su eterno de descanso.