Las familias católicas en el municipio de Nueva Guinea se volcaron para vivir con fe y devoción el viacrucis de penitencia que es para recordar la pasión y muerte de Jesucristo.
Muchos devotos de la sangre de Cristo, entre adultos mujeres y niños pagaban sus promesas de rodillas en cada una de las caídas de Jesús, hasta llegar al mediodia de este viernes santo en donde todos unidos finalizaron en la catedral San Martin de Porres.
El mensaje fue sobre el fortalecimiento de la fe, el respeto y recuperar los valores y las buenas costumbre en las familias, además el cese a la violencia en los hogares y sociedad.
Doña Salvadora Jímenez manifestó que ella siempre participa del viacrucis ya que desde niña le enseñaron sus padres a que Cristo fue crucificado y hay razones por qué honrar estos dias. "Mi familia no sale a ningun lugar el día de hoy viernes porque lo conservamos para esto", dijo la señora.
Mientras que Dinora Sandoval manifestó que en estos días son sagrados para toda la familia, añadiendo que hay que pedir por la paz y que cese la violencia.
El deseo de honrar a Dios y también participar del viacrucis estuvo resguardado por la participación de la Policía Nacional de Nueva Guinea en donde todos los oficiales y con mucha devoción también escucharon y rindieron homenaje a nuestro Dios, en donde en la sede colocaron a Cristo crucificado.
La actividad culminó con normalidad en donde se contó con la seguridad de los agentes del orden y mucha fe por parte de las personas ahí presentes.