Las 194 personas fallecidas por el incendio de una discoteca son recordadas el martes al cumplirse 10 años de la mayor tragedia no natural de la historia argentina que desveló un entramado de corrupción y la falta de control de los locales públicos de Buenos Aires.
Familiares de las víctimas y sobrevivientes homenajearán en distintos actos a los que murieron en la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando una bengala tirada por espectadores de un recital de rock que tenía lugar dentro de la discoteca República de Cromañón incendió una malla de tela inflamable en el cielo raso que generó un incendio.
Mesas de debate, muestras fotográficas y recitales de música son varias de las actividades que tendrán lugar a lo largo del día en la capital para reflexionar sobre el siniestro que desveló un entramado corrupto de policías, funcionarios y empresarios que permitieron la celebración de aquel concierto en condiciones inadecuadas.
El santuario que se erigió en las inmediaciones al recinto siniestrado fue adornado con los retratos de los muertos y las zapatillas que decenas de jóvenes llevaban cuando ocurrió el siniestro y que perdieron en su intento por huir del lugar.
Bárbara García Crespo, una de las sobrevivientes de aquella noche, dijo en declaraciones difundidas por la agencia oficial de noticias Télam que «puede volver a explotar otro Cromañón en la ciudad de Buenos Aires o en cualquier otro lugar del país; están dadas las condiciones para que se repita, hay una lógica ‘Cromañón’, porque Cromañón es la expresión de una entramado corrupto entre funcionarios y empresarios».
El incendio se originó poco después de iniciado el recital de la banda de rock «Callejeros» y se expandió rápidamente, generando un humo tóxico que se propagó por todo el salón.
La discoteca se convirtió en una trampa mortal ya que las puertas de acceso estaban cerradas, mientras las salidas de emergencias habían sido clausuradas para evitar que por allí ingresaran fanáticos de la banda sin pagar la entrada. El hecho de que el local estuviera atestado, con 2.000 personas más de las permitidas, fue determinante en el alto índice de mortandad.
El ex bajista de Callejeros Christian Torrejón afirmó a la radio Vortérix que los músicos han ofrecido disculpas por lo que ocurrido, aunque puntualizó que toda la sociedad debe «pedir perdón» por la tragedia de Cromañón y culpó al Estado del hecho. Torrejón y otros cinco integrantes de la banda fueron condenados a penas de hasta siete años de cárcel y fueron liberados en junio tras cumplir unos 20 meses de encierro. Un tribunal debe revisar esta medida próximamente.
Los músicos siempre proclamaron su inocencia y culparon al ex gerente de la discoteca, Omar Chabán, quien murió en noviembre de un cáncer mientras cumplía arresto domiciliario por una condena de más de diez años de prisión.
En total, 14 personas fueron condenadas por el hecho, entre los cuales también había un ex policía, el manager de Callejeros, un colaborador de Chabán, un escenógrafo y ex funcionarios capitalinos.
Anibal Ibarra, ex alcalde de Buenos Aires cuando ocurrió el siniestro y quien fue destituido por su responsabilidad política en la tragedia, culpó por su parte a la policía que «miró para el costado» al permitir el ingreso de bengalas y que el local rebasara su capacidad permitida.
BUENOS AIRES (AP)