Una veintena de brujos se congregó en una concurrida calle de La Paz en el inicio del Año Nuevo andino para predecir el futuro en plomo derretido y en clara del huevo con cerveza, un ritual milenario pagano que está resurgiendo en Bolivia.
Decenas de personas, sobre todo mujeres de barrios populares, hicieron fila por horas para consultar a los brujos. El más solicitado es Max Yujra.»Lo que pronostico se cumple, por eso me buscan», dijo Yujra a The Associated Press. «Digo la verdad», agregó.Sin embargo, el brujo, de 59 años, repite casi el mismo vaticinio a todas sus clientes, que se van satisfechas por los buenos augurios.
«Eres cariñosa, trabajadora, ahorrativa, pero eres orgullosa, tienes mal carácter y hay gente que te tiene envidia. La suerte te favorece, vas a tener casa, auto y el amor te va a durar», repitió Yujra a casi todas las mujeres que lo consultaron.El arte de adivinar en plomo derretido y clara de huevo en cerveza se realiza por cinco días: desde el solsticio de invierno el 24 de junio hasta la festividad católica de los apóstoles Pedro y Pablo, el 29.
El cliente recoge en un cucharón el plomo que hierve en un perol y vierte el líquido en agua fría. Al enfriarse el metal forma figuras caprichosas que el brujo interpreta.Si las figuras tienen como cuernos es señal de «buenos negocios», los huecos anticipan mala suerte y pobre salud.Otros clientes perforan un huevo y vierten la clara en un vaso con cerveza. Al sumergirse el huevo forma trazos y figuras blanquecinas en las que el brujo ve señales.
«La suerte te favorece, pero estás enfermo del hígado», le dijo uno de los brujos a su cliente al ver que la clara se había vuelto oscura.Yujra heredó sus artes adivinatorias de su abuelo y viaja todo el año «prediciendo la suerte». Como la fila es larga demora dos minutos por cliente y cobra a cada uno un equivalente a 1,5 dólar.En general las jóvenes indagan sobre el amor y las parejas preguntan por sus negocios o deudas. A unos pocos les interesa la salud.
«Eres estudioso, te favorece la arquitectura, la ingeniería o ser militar», anticipó Yujra a un bachiller.En el mundo andino el solsticio de invierno marca el inicio de un nuevo año, explicó el antropólogo jesuita Xavier Albó.El Año Nuevo andino está asociado al ciclo agrícola que marca el inicio de roturar y preparar la tierra para la nueva siembra que comenzará en agosto o septiembre con las primeras lluvias.
Los presagios son parte de esa religiosidad ancestral que el presidente Evo Morales ha declarado religión oficial con similar rango que el catolicismo, la fe mayoritaria en Bolivia.El rito se practica en la región andina de Bolivia y Perú. En Bolivia comenzó hace más de cuatro siglos cuando el barrio San Pedro era conocido como «el barrio de los indios».
LA PAZ, Bolivia (AP)