El Congreso de Guatemala rechazó un proyecto que buscaba reactivar la pena de muerte en el país, que está suspendida por un vacío legal, informó el poder legislativo.
Un total de 80 de los 158 diputados votó en contra de reactivar la penal capital en este país centroamericano y 14 lo hicieron a favor. Otros 64 congresistas estaban ausentes.
«Este es un claro mensaje de que la pena de muerte es rechazada en el país», manifestó el presidente del Congreso, Mario Taracena, tras la votación la noche del martes.
La discusión sobre la pena capital se retomó en el Congreso en febrero pasado, promovida por la exdiputada Zury Ríos para enfrentar la ola de violencia que azota al país y deja unos 6.000 muertos anuales, uno de los índices más altos de Latinoamérica.
El pasado 23 de junio, unos 35 diputados de diferentes partidos presentaron un proyecto para abolir la pena de muerte en esta nación. La aplicación de la pena de muerte en Guatemala está suspendida desde el año 2000 por un vacío legal surgido cuando el entonces presidente Alfonso Portillo (2000-2004) pidió al Congreso derogar la posibilidad de conceder el indulto presidencial.
Sin embargo, el legislativo no ha determinado a quién le corresponde el último recurso al que tienen derecho los condenados a muerte. Taracena comentó que el próximo jueves podrían conocer a quién corresponde conceder ese indulto.
En marzo pasado, la máxima instancia judicial de Guatemala, la Corte de Constitucionalidad, derogó la pena de muerte por el delito de asesinato, pero la mantuvo para casos de parricidio, ejecución extrajudicial, violación calificada, secuestro, tortura, desaparición forzada y magnicidio.