India anunció haber llevado a cabo ataques «quirúrgicos» contra campos rebeldes en la línea de demarcación de Cachemira, frontera de facto entre India y Pakistán, a la vez que Islamabad informó de la muerte de dos soldados suyos.
«Varios terroristas se habían posicionado en unas bases a lo largo de la línea de control para penetrar clandestinamente (en India) y perpetrar ataques terroristas. El ejército indio llevó a cabo bombardeos quirúrgicos la pasada noche» contra estas posiciones, declaró el teniente coronel Ranbir Singh.
Los ataques dejaron «un número significativo de víctimas entre las filas de los terroristas y de quienes tratan de apoyarlos», añadió.
No precisó si estos ataques fueron llevados a cabo por vía terrestre o aérea.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó los bombardeos y el ejército acusó de inmediato a las tropas indias de haber matado a dos de sus soldados a lo largo de la línea de control.
En un comunicado, Sharif condenó «la agresión no provocada y brutal de las fuerzas indias» y prometió que su ejército frustraría «cualquier plan diabólico para socavar la soberanía de Pakistán«.
«Las tropas paquistaníes respondieron a los ataques indios no provocados en la línea de control», indicó por su parte el ejército al dar cuenta de dos soldados muertos.
El gobierno indio había incitado a tomar medidas de represalia tras el ataque contra una de sus bases militares en Cachemira el pasado día 18, que dejó 18 militares muertos.
El ataque fue obra del grupo yihadista Jaish-e-Mohamed, basado en Pakistán.
India acusa a Pakistán de apoyar la rebelión armada y las infiltraciones en la parte de Cachemira controlada por Nueva Delhi, algo que Islamabad desmiente.
Ambos países vecinos reivindican como suya la región himalaya de Cachemira desde 1947. Decenas de miles de personas, en su mayoría civiles, perdieron la vida en este conflicto.