Manifestantes se congregaron para protestar el miércoles en un pueblo de California, luego de que la policía matara a tiros a un hombre negro desarmado que actuaba en forma errática.
El hombre de 30 años, e identificado por una familiar como Alfred Olango, nacido en Uganda, fue abatido el martes en el suburbio de El Cajón, 24 km al este de San Diego, luego de que la policía recibiera una llamada avisando sobre un individuo que actuaba de manera errática y caminaba entre los automóviles.
Este incidente es el último de una serie de muertes de afroestadounidenses a manos de la policía que ha generado indignación a lo largo de Estados Unidos.
Los agentes policiales se toparon con el hombre detrás de un restaurante tras recibir informes de alguien que «actuaba fuera de sí» y caminaba entre los vehículos, dijo la policía de El Cajón en un comunicado.
El hombre, que iba hacia adelante y hacia atrás, no acató la orden de quitar la mano de su bolsillo, agregó.
De acuerdo con la versión de la policía, en determinado momento, los agentes intentaron hablar con el hombre, y «rápidamente extrajo un objeto del bolsillo delantero de su pantalón, colocó sus manos juntas y las extendió rápidamente hacia el oficial en lo que pareció una posición para disparar».
El jefe de la policía Jeff Davis no describió al objeto, pero dijo en una conferencia de prensa que no se había encontrado un arma de fuego.
El agente a quien el hombre apuntaba disparó «varias veces», mientras un segundo oficial disparó simultáneamente su Taser (de electrochoques), indicó la policía, que divulgó una instantánea tomada de una filmación que mostró a un hombre aparentemente apuntando hacia el uniformado.
Esto será transparente
Una protesta para pedir «justicia por Alfred Olango» fue convocada este miércoles frente a la estación de policía de El Cajón, mientras que Davis urgió a los residentes a mantener la calma y destacó que hay una investigación en curso.
«Esto será transparente. Será visto por múltiples ojos y no solo por los nuestros», señaló el jefe de policía en una nueva conferencia de prensa.
Un video tomado tras el tiroteo que fue subido a Facebook muestra a una mujer que se identificó como la hermana de Olango.
La mujer dice en el video que pidió a la policía que ayudara a su hermano, quien estaba enfermo mentalmente.
«Ustedes vienen y matan a mi hermano», dice la mujer en el video, que ha recibido 82.000 visitas desde el miércoles en la mañana. «Yo les pedí que ayudaran a mi hermano. Mataron a mi hermano frente a mi», añadió.
Poco después de que el hombre fue abatido, cerca de un centenar de manifestantes se congregaron en la escena, acusando al policía de disparar sin advertencia.
«Tres de ellos salieron, con las armas en su mano, y le dispararon cinco veces», dijo Rumbideai Mubaiwa, una manifestante, a la emisora local KUSI.
«Nadie le advirtió, o le dijo que se quedara quieto, que se detuviera, nada. Otro negro desarmado muerto«, agregó.
La muerte de hombres negros a manos de la policía ha desatado protestas en todo Estados Unidos, la última de ellas en Charlotte, Carolina del Norte, en el sureste del país, la semana pasada.
Allí, la muerte de Keith Lamont Scott, de 43 años, desató varios días de protestas, obligando al gobernador del estado a declarar un estado de emergencia y desplegar a la Guardia Nacional.