El presunto autor del atentado con bomba en el barrio de Chelsea en Nueva York el 17 de septiembre aparentemente actuó solo y no tiene conexiones con ningún movimiento extremista, dijo el martes el director del FBI, James Comey.
«Por el momento no tenemos ningún indicio de una célula más importante o de una amenaza de nuevos ataques», declaró Comey ante la comisión de Seguridad Interior del Senado.
Ahmad Khan Rahami, un estadounidense de origen afgano de 28 años, fue acusado del uso de armas de destrucción masiva, tras ser detenido bajo la sospecha de cometer el atentado, que dejó 29 heridos leves.
También es el presunto responsable de haber colocado ese fin de semana otras cuatro bombas artesanales, de las cuales dos explotaron.
Rahami, quien nació en Afganistán pero obtuvo la ciudadanía estadounidense, regresó más de una vez a su país de origen y viajó a Pakistán.
El FBI lo había investigado en 2014 después de haber sido denunciado por su padre, pero no encontró pruebas de una radicalización o de simpatías con el extremismo.
Según Comey, actualmente se ha desacelerado la apertura de investigaciones de casos sospechosos de tener vínculos con el grupo Estado Islámico, pero hay un millar de procedimientos en curso.
El responsable indicó que el número de estadounidenses que se unen al EI en Siria o en Irak se redujo significativamente, de entre «8 a 10» por mes, a «cero» por mes.