Un tribunal español emitió este martes condenas de prisión para cinco de los organizadores de una abarrotada fiesta de Halloween en Madrid en 2012 en la que murieron cinco chicas durante una estampida.
El tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid los consideró culpables de homicidio imprudente y les impuso penas de prisión de entre 2 años y 6 meses y 4 años.
Otros dos hombres fueron condenados a pagar multas de 3.600 euros (unos 4.000 dólares) por su implicación en la tragedia.
Además, los siete condenados deberán indemnizar con 350.000 euros a cada una de las familias de las víctimas.
Tres mujeres de entre 18 y 20 años murieron en una estampida en la madrugada del 1 de noviembre de 2012 en el recinto Madrid-Arena, y otras dos, de 17 y 20 años, fallecieron posteriormente en el hospital debido a las heridas.
La mayor condena fue para Miguel Ángel Flores, el propietario de la empresa privada que organizó la fiesta.
El tribunal subrayó que su empresa vendió 16.492 entradas para el evento cuando el aforo máximo del recinto era de 10.620 personas «lo que provocó un evidente riesgo para la integridad física de los que allí se encontraban».
Además, señaló que Flores ordenó el cierre de las vías de salida y las escaleras y no quiso contratar seguridad para el interior del recinto «lo que lógicamente reducía sus gastos y aumentaba sus ingresos».
Vídeos y fotografías tomados por los asistentes mostraban a decenas de jóvenes amontonándose unos sobre otros en un estrecho pasillo del recinto en el que actuaba el popular DJ estadounidense Steve Aoki.
Muchos de los chicos lloraban mientras luchaban contra la marea humana para acceder a la salida. Aparentemente, el pánico se desencadenó por la explosión de algunos petardos y bengalas, según la policía y los testigos.
Las televisiones españolas emitieron fragmentos de las llamadas de los consternados amigos de las víctimas a los servicios de emergencias en los que un operador aseguraba que las ambulancias no podían alcanzar el recinto por la multitud que lo rodeaba.