Brigadistas y nativos lograron apagar un incendio forestal en una zona del centro de Perú provocado por una antigua práctica agrícola de quema de pastizales, que arrasó miles de hectáreas de selva tropical y amenazaba a las comunidades desde hace 16 días.
«El incendio que se inició hace 16 días fue extinguido en su totalidad«, indica un informe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) de la región Junín (centro).
El fuego, que destruyó 19.376 hectáreas de área natural y 208 hectáreas de cultivos, fue controlado en su mayoría por las lluvias en la zona y por los 150 brigadistas entre ellos 40 indígenas asháninkas, según el reporte.
El siniestro se originó el 10 setiembre en la comunidad nativa Pitsiquia en Junín.
El fuego también afectó a los cultivos de café y cacao de un sector del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
La situación se convirtió en preocupante para autoridades regionales porque cerca de la zona del incendio se ubicaba el Parque Nacional Otishi, una reserva Comunal Asháninka, donde viven unas 5.000 personas de 10 comunidades de Río Tambo.
El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) informó que los incendios en la zona selvática se deben a la sequía que se acentúa entre agosto y septiembre, pero también a la quema de maleza que suele practicarse en las comunidades para limpiar el campo de cultivo y dejarlo listo para la siembra.
En 2005, en el sector del VRAEM se registró un incendio forestal que arrasó más de 90.000 hectáreas de bosques y solo las lluvias lograron apagarlo.