La ciudad estadounidense de Charlotte, en el estado de Carolina del Norte, levantó el domingo el toque de queda impuesto desde el pasado jueves tras la muerte a manos de la policía de un hombre negro, aunque las protestas continuaron por sexto día consecutivo .
En un tuit el domingo por la noche, la alcaldesa Jennifer Roberts y el presidente del Consejo de Comisionados del Condado, Trevor Fuller, anunciaron el levantamiento, que entró en vigor inmediatamente.
El toque de queda se había impuesto tras dos noches de disturbios violentos a causa de la muerte tiroteado por la policía de Keith Lamont Scott, un afroamericano de 43 años.
La tensión en la ciudad siguió aumentando el domingo, con más de 100 manifestantes congregado frente al estadio de fútbol Bank of America, donde los Panteras de Carolina jugaban contra los Vikingos de Minnesota, informó la prensa local.
Las medidas de seguridad en torno al estadio se reforzaron y varios policías antidisturbios fueron desplegados para evitar un estallido de la violencia.
Roberts volvió a instar a la comunidad a aunar esfuerzos y mostrar su unión de manera pacífica y legal.
Scott murió tras recibir los disparos de un agente el martes por la tarde debido a que, según la versión de la policía, se negó a soltar la pistola que llevaba. Su familia, sin embargo, asegura que era un libro y no un arma lo que portaba.
Ya en la misma noche del martes, comenzaron las protestas por parte de la comunidad afroamericana contra la discriminación racial y las injusticias de la policía contra los negros.
Bajo la presión pública, la policía de Charlotte emitió el sábado dos videos del tiroteo en los que no se ve que Scott estuviese apuntando con una pistola ni amenazando a los agentes.
Familiares del fallecido dijeron que los videos les han causado más preguntas que respuestas ya que nada en sus imágenes justifica los disparos.