Pocas horas después de que Siria decretó el final de la tregua, varios bombardeos golpearon este lunes la provincia de Alepo, dejando decenas de muertos, incluyendo 12 trabajadores de un convoy de ayuda humanitaria.
En un comunicado difundido por la agencia de prensa siria SANA, Damasco anunció el fin de la tregua y acusó a los grupos rebeldes «de no respetar ninguna de las disposiciones» del acuerdo, una hora antes de que expirara el plazo inicial.
Unas dos horas después, comenzaron los bombardeos en Alepo.
Seis civiles, entre los cuales había un niño, murieron en la ciudad de Alepo, mientras que en el este de la provincia otras 22 personas perecieron, incluyendo a 12 voluntarios de la Luna Roja Siria y conductores de los camiones de ayuda humanitaria. Otras cuatro personas murieron en el este de la provincia.
El ataque fue confirmado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
«La situación en el lugar es muy caótica y estamos muy consternados de que los trabajadores humanitarios y las misiones hayan vuelto a sufrir la brutalidad de este conflicto», dijo a la AFP la portavoz de la organización Ingy Sedky.
Por su parte, la ONU precisó que al menos 18 camiones de un convoy que transportaba ayuda en Siria fueron alcanzados por los bombardeos.
Un periodista de la AFP dijo que los bombardeos eran intensos y que se escuchan sin cesar sirenas en la zona rebelde de la ciudad de Alepo, dividida desde 2012.
Los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, incluyendo Estados Unidos y Rusia, se reunirán el martes en Nueva York, para analizar la situación.
La reunión del grupo se realizará antes de una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria el miércoles, a la que se espera que asistan el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov.
Un acuerdo incumplido
La tregua respaldada por Rusia y Estados Unidos, tenía por ambición poner fin a un conflicto en el que han muerto más de 300.000 personas desde 2011.
«Se suponía que la tregua debía ser una verdadera oportunidad para terminar con este baño de sangre, pero los grupos terroristas armados incumplieron este acuerdo», indicó Damasco en un comunicado.
Por su parte, el secretario de Estado John Kerry, que negoció el acuerdo con su contraparte rusa, Serguei Lavrov, afirmó que Rusia falló en cumplir con su parte de la tregua, pero que Washington está dispuesta a continuar trabajando en ella.
Según los términos del acuerdo, si el cese al fuego se mantenía, Estados Unidos debía crear una célula militar con Moscú para atacar a los grupos yihadistas que operan en Siria.
Poco antes, Kerry había insistido en que el cese al fuego se mantenía «pero que es frágil».
Pero el ministerio de Defensa ruso ya había aguado las esperanzas de que la tregua se prolongara más allá de este lunes por la noche.
El general ruso Serguei Rudskoi estimó que «considerando que las condiciones del alto el fuego no están siendo respetadas por los rebeldes, consideramos que no tiene sentido para las fuerzas del gobierno sirio respetarla de forma unilateral».
Añadió que «el principal punto» es que los rebeldes no se separaron en el terreno del grupo yihadista Frente Fateh al Sham.
En total, en una semana de tregua, 27 civiles, entre ellos 9 niños, murieron, según el OSDH.
El peor día para los civiles fue el domingo, cuando un barril de explosivos estalló en un ataque del ejército sirio causando 10 muertos en una localidad rebelde del sur. Ese día una mujer murió en un ataque aéreo en Alepo.
‘Una agresión flagrante’
La tregua pendía de un hilo luego de que la coalición liderada por Estados Unidos bombardeara el sábado una colina controlada por el ejército sirio en Deir Ezor (este), en donde las tropas de Damasco combaten al grupo yihadista Estado Islámico.
El presidente sirio Bashar al Asad acusó este lunes a Washington de haber cometido una «agresión flagrante».
Una consejera del presidente sirio, Buthaina Shaaban, dijo el domingo a AFP que Damasco considera que «este ataque fue deliberado. Todo era premeditado».
Aprovechando este ataque los yihadistas lograron tomar la colina Thurda, que domina el aeropuerto de Deir Ezor controlado por el régimen, según una fuente militar. Con esta posición los yihadistas pueden impedir los movimientos de aviones y helicópteros.