El papa Francisco viaja el martes a Asís, la ciudad de San Francisco en el centro de Italia, para pedir por la paz en el mundo junto con líderes de diferentes religiones en un momento difícil, en el que atentados, violencia y guerras azotan el planeta.
«Ahora, más que nunca, necesitamos paz en esta guerra que está en todas partes del mundo», advirtió Francisco el domingo desde la plaza de San Pedro.
El papa permanecerá un solo día en la ciudad del llamado santo de los pobres, durante la cual se reunirá con líderes de la iglesia ortodoxa y anglicana así como representantes del islam y el judaísmo.
El peregrinaje a Asís, a 130 kilómetros de Roma, durará unas pocas horas y asistirán hebreos, musulmanes, budistas y cristianos de diferentes denominaciones.
La jornada por la paz, organizada en el marco del encuentro internacional titulado «Sed de paz«, no sólo reclama el cese de las guerras sino también que la fe no sea utilizada como arma para generar conflictos.
«Estar unidos es la respuesta al terrorismo que quiere dividir. Porque el terrorismo quiere desestabilizar nuestras vidas, quiere llevar violencia a nuestra sociedad», explicó Marco Impagliazzo, presidente la agrupación católica Comunidad de San Egidio, organizadora del evento.
«Hay mucha sed de paz, la piden los pobres, las víctimas del terrorismo y de las guerras en muchos países del mundo. Queremos ser su voz», afirmó.
Un llamado ecuménico por la paz
Los miembros de cada religión se recogerán a orar según su tradición en un lugar diferente para luego hacer un llamado conjunto con el papa Francisco por la paz desde la plaza.
El pontífice argentino, que en agosto de este año visitó Asís con motivo de los 800 años del llamado «Perdón de Asís», una indulgencia particular obtenida por San Francisco para absolver los pecados de los pobres, regresa por tercera vez a la ciudad natal del santo italiano que inspira su pontificado.
Durante la visita se conmemora también el 30º aniversario de los encuentros de Asís, inaugurados en 1986 por el papa Juan Pablo II y en los que participan movimientos y asociaciones eclesiales, así como entidades civiles.
Desde el domingo políticos, sociólogos, economistas, obispos, pastores evangélicos, rabinos y jeques debaten sobre economía y desigualdad, medio ambiente, terrorismo, migración, pobreza así como de las revoluciones en el mundo árabe, los desafíos de África, la situación en Siria e Irak, el papel de los medios de comunicación en las guerras, entre otras.
Entre los invitados figuran el arzobispo de Canterbury, Justin Welby; el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I; el patriarca Siro-ortodoxo de Antioquía, Efrén II y el jefe supremo de Tendai (Japón).
El papa llegará en helicóptero hacia las 11H00 hora local y tras reunirse con los representantes de religiones e iglesias presentes almorzará en el refectorio del Sacro Convento con ellos y varias víctimas de guerra.
Francisco orará por la paz en la Basílica Inferior de San Francisco y luego presidirá junto con los demás representantes de las demás religiones un acto ecuménico en la plaza, de donde lanzará el llamamiento por la paz.
Los organizadores explicaron que se trata de un momento especial, en el que ningún grupo interfiere en la oración del otro, ni tampoco se ora en común, para evitar todo sincretismo.
Tras un momento de silencio por las víctimas de las guerras, se encenderán dos candelabros como gesto de concordia.
El pontífice regresará al Vaticano hacia las 19H35 local.