Un juez ha desestimado el argumento de cinco mexicanos que aseguran que se violaron sus derechos de expresión cuando guardias de seguridad del candidato republicano a la presidencia Donald Trump supuestamente les agredieron en el 2015 durante una protesta frente a las oficinas del magnate en Nueva York.
El juez Fernando Tapia, de la corte suprema del Bronx, admitió la petición de los abogados de Trump de desestimar el argumento de los demandantes mexicanos, quienes pedían ser recompensados por haber sufrido una «interferencia agravante al discurso político».
El cargo es uno de los cinco por los cuales los mexicanos demandaron en la corte a los guardas de seguridad en septiembre del 2015. Tapia, sin embargo, ha fallado recientemente a favor de los mexicanos en cuanto a admitir que los guardas de seguridad les quitaron una gran pancarta que llevaban durante la manifestación, considerándolo un agravio.
El abogado de los demandantes, Roger Bernstein, dijo a The Associated Press que el caso podría acabar en juicio.
Los inmigrantes interpusieron la demanda después de que al menos uno de ellos, Efraín Galicia, recibiera una bofetada por parte del jefe de seguridad de Trump, Keith Schiller, durante la protesta frente a la Trump Tower en la Quinta Avenida de Manhattan. La escena fue captada por las televisoras locales.
Trump enfureció a muchos en la comunidad hispana cuando dijo que entre los inmigrantes mexicanos hay violadores y delincuentes que llevan drogas a Estados Unidos.
Uno de los pilares de su campaña es la propuesta de construir un muro en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal y hacer que México pague por él.
El martes, Bernstein se reunió en la corte con abogados de Trump y el secretario de la jueza Laura Douglas para discutir fechas de audiencias y de presentaciones de pruebas. A la salida del encuentro, Bernstein dijo que la próxima reunión ocurrirá en noviembre. Los abogados de Trump no hablaron con Associated Press.
Un segundo demandante, Gonzalo Cruz López, acusa a los guardas de seguridad de Trump de pedirle que se quitara el disfraz que llevaba durante esa misma protesta y después de agarrarle por un brazo y alejarlo a la fuerza de las oficinas del magnate.
López iba disfrazado de miembro del Ku Klux Klan debido a que en ese momento el líder de esa secta David Duke había anunciado su apoyo a Trump como aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos.
En los documentos judiciales de la demanda, Galicia estipula que «se sintió muy ofendido» por las declaraciones de Trump en que calificaba a los mexicanos de violadores y que por lo tanto participó en protestas contra la campaña electoral del magnate en julio, agosto y septiembre del 2015.
En la protesta de septiembre, Galicia se plantó frente a las oficinas de Trump con carteles con lemas como «Trump: Haz que Estados Unidos vuelva a ser racista», como parodia del lema de campaña de Trump «Haz que Estados Unidos vuelva a ser grande».
En imágenes que transmitieron varios medios de comunicación, se ve a Schiller agarrando uno de los carteles de protesta de Galicia y llevándoselo hacia la entrada del edificio. Cuando el mexicano le grita que se lo devuelva y va detrás de él, Schiller le da una bofetada. Galicia cae entonces al suelo, cerca de otro guarda de seguridad con el que forcejea.
El mexicano no dio de forma inmediata el martes comentarios a la AP.
Dos agentes del FBI, que supuestamente empujaron a manifestantes, han sido agregados a la demanda.
El juez Tapia dice en su última orden del 25 de agosto que los demandantes no ofrecen pruebas de haber sufrido daños a excepción del «valor inherente de su derecho constitucional», por el cual no se ofrece indemnización.
Miguel Villalobos, Johnny García y Florencia Tejeda Pérez son los otros tres demandantes. Exigen compensación económica por el impacto psicológico y emocional que les provocaron las agresiones.