Las autoridades federales de aviación tomaron el jueves una medida extraordinaria al advertirles a los pasajeros de aerolíneas que no enciendan ni recarguen un smartphone Samsung de modelo reciente durante los vuelos ante los numerosos reportes de que los dispositivos se han incendiado.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) también le advirtió a los pasajeros que no coloquen el dispositivo Galaxy Note 7 en su equipaje documentado, al citar «incidentes recientes y preocupaciones generadas por Samsung» en torno a los dispositivos. Es extremadamente inusual que la agencia advierta a los pasajeros sobre un producto en específico.
La semana pasada, Samsung ordenó un retiro global del teléfono de tamaño grande, luego de que su investigación sobre los reportes de explosiones reveló que se debía a las baterías recargables del dispositivo. En uno de los casos, una familia de St. Petersburg, Florida, reportó que dejaron cargando el Galaxy Note 7 en su Jeep y el teléfono se incendió y destruyó el vehículo.
Samsung lanzó en agosto su versión más reciente de la serie Note. Ésta es una de las más costosas del fabricante coreano, y a menudo los dispositivos heredan diseños y funciones de la serie Galaxy S que son lanzados en la primavera. Samsung le añadió al Note 7 un escáner del iris, que detecta los patrones en el ojo del usuario para desbloquear el teléfono.
Antes de que surgieran los problemas con las baterías explosivas, había desabasto de dispositivos ante la demanda que superó las expectativas.
El Note 7 no es el único artefacto que se incendia debido a problemas con su batería de litio, que han afectado a diversos aparatos, desde laptops hasta vehículos Tesla y aviones Boeing 787.