El helicóptero policíaco de México que se estrelló el martes en Michoacán (oeste) causando la muerte del piloto y tres policías, fue derribado por un grupo criminal que opera en la zona, aseguró este miércoles el comisionado nacional de Seguridad.
«Efectivamente fue derribado, estamos en comunicación con el gobierno del estado, con la procuraduría estatal, para apoyarles en la búsqueda de los que perpetraron este atentado», dijo el comisionado Renato Sales a Radio Fórmula, al señalar que «fue con un (fusil de alta potencia) Barret calibre 50, aparentemente».
Según las primeras investigaciones, «un grupo (criminal) que se mueve en esa región» estaría detrás del ataque, el segundo desde 2015 en el que criminales derriban un helicóptero oficial, precisó el funcionario.
En mayo del año pasado, el cártel Nueva Generación de Jalisco, estado vecino de Michoacán, usó un lanza cohetes para derribar un helicóptero militar provocando la muerte de siete soldados y una policía que iban a bordo.
Sales aseguró que hasta el momento las autoridades capturaron a un presunto delincuente por el caso de Michoacán y que siguen «trabajando para capturar a los responsables».
El incidente tuvo lugar en la subregión conocida como Tierra Caliente, azotada durante años por la violencia derivada del narcotráfico, en momentos en que la violencia está resurgiendo en Michoacán.
El ahora desmantelado cártel de Los Caballero Templarios fue el último en tener poderío en Michoacán, acaparando no sólo el mercado de las drogas y las rutas de tráfico, sino también amedrentando a pobladores y comerciantes con extorsiones, secuestros, asesinatos y violaciones.
En 2013, se erigieron grupos de milicias de autodefensa formados por lugareños armados, que después acordaron la desmovilización con el gobierno.