La tormenta tropical Hermine se alejaba el domingo de la costa este, lo que disipó la amenaza de aguaceros, pero conservaba la fuerza suficiente para causar peligrosas olas y corrientes de resaca e impedir así disfrutar las playas el fin de semana largo por el Día del Trabajo.
Mientras se desplazaba a cientos de kilómetros de la costa en el océano Atlántico, la tormenta tropical adquiría fuerza, y los meteorólogos dijeron que podría recuperar la categoría de huracán en su avance hacia el norte. Según previsiones, Hermine se detendrá en el mar, perderá fuerza y para el martes se convertirá nuevamente en tormenta tropical.
«Simplemente deambulará algunos días», dijo Dennis Feltgen, del Centro Nacional de Huracanes, al explicar que es improbable que Hermine vuelva a tocar tierra, aunque causará vientos y olas que afectarán el litoral.
Los gobernadores de los estados de la costa oriental anunciaron medidas de emergencia. Los avisos y alertas de tormenta tropical estaban en vigor desde Virginia a Massachusetts, con interés especial en New Jersey y Delaware, donde la playa Rehoboth podría registrar rachas de viento de 80 kilómetros por hora (50 millas por hora) y olas peligrosas durante la marea alta, del domingo en la noche al lunes.
Frente al malecón de Virginia Beach había grandes olas inusuales en el océano Atlántico, y sólo un par de surfistas llegaron a las aguas agitadas de la zona.
Sin embargo, centenares, si no es que miles de personas, arribaron a las playas para pasar el último fin de semana del verano. Numerosos parasoles y toldos estaban esparcidos en la arena de diversas playas bajo un cielo parcialmente soleado.
El mal tiempo por Hermine no impidió a Barb y Don Willis, de Buffalo, Nueva York, disfrutar el viaje que habían preparado desde hace meses. Incluso se atrevieron a cruzar el sábado el Túnel del Puente de la Bahía Chesapeake en medio del viento que golpeaba su vehículo y el agua que casi tocaba la parte inferior de la estructura.
«Daba mucho miedo», afirmó Barb Wilis. «Caramba. Yo tenía blancos los nudillos de las manos, y el agua alcanzaba gran altura. Fue horrible».
La pareja, de sesenta y tantos años, dijo que sabía que la tormenta pasaría, aunque sus amigos les expresaron preocupación vía mensajes de texto.
Hay posibilidades de que vientos con fuerza de tormenta tropical azoten New Jersey el lunes. El gobernador Chris Christie advirtió que persiste la posibilidad de que haya inundaciones de menores a moderadas en las zonas costeras, y señaló que la tormenta causará problemas mayores incluso si se aleja del litoral hacia el mar.
A las 11 de la noche del domingo, los vientos sostenidos máximos de Hermine se mantenían en 110 kilómetros por hora (70 millas por hora) en su camino al norte-nordeste a 6 kph (3 mph). La tormenta tenía su centro unos 525 km (325 millas) al sureste del extremo este de Long Island, Nueva York.