Los empleados de la compañía Coca Cola con sede en Marsella, Francia, se llevaron una tremenda sorpresa, pues dentro de un contenedor proveniente de Costa Rica, en el que esperaban recibir varios barriles de jugo de naranja, terminaron encontrando 370 kilos de cocaína.
Así lo confirmó el diario francés La Une de Var-Matin, indicando que, tras la sorpresa, los trabajadores de inmediato dieron la alerta a las autoridades por la enorme cantidad de droga.
Según trascendió, dentro del contendedor las autoridades francesas localizaron varios bultos acomodados estratégicamente entre los barriles de concentrado de jugo de naranja.
Asimismo, el diario francés explicó que el contenedor ingresó de forma legal al país, pues el embarque contaba con las medidas de seguridad que constan que el contenedor fue sellado en Costa Rica y no hubo violación durante el viaje a Europa.
La localización de la droga fue confirmada por el procurador de Marsella, Xavier Tarabeux, quien declaró: La droga provenía de un país de Latinoamérica. Pocas horas después, se confirmó que el cargamento, cuyo valor asciende a ¢31 mil millones, había zarpado desde tierras costarricenses.
De momento el ingreso de la droga sigue siendo investigado por las autoridades de dicho país, de modo que se desconoce si hay detenidos, así como si Francia era el destino final o se esperaba que la carga llegara a otro territorio europeo.
Tampoco se sabe quién y cómo tuvo acceso a esta importación de producto costarricense que fue utilizado para realizar el tráfico de los 370 kilos de cocaína. Cabe indicar que cada kilo de esa droga multiplica 6 veces su valor respecto a nuestro país; en Europa, cuesta hasta $25 mil el kilo.
Cabe destacar que esta no es la primera vez en que se da un caso de estos, donde se ve implicado un cargamento salido del país, razón que ha hecho que las autoridades soliciten una mejora a nivel de tecnología para analizar los contenedores que zarpan del territorio nacional.