El Papa Francisco anunció el miércoles importantes cambios en la burocracia del Vaticano, entre los que se destacan una fuerte reducción de la cantidad de oficinas y la toma personalmente a su cargo de los asuntos migratorios, en un avance en la reforma que prometió cuando fue elegido Sumo Pontífice hace tres años.
En un documento conocido como Motu Proprio, «iniciativa propia» en latín, Francisco dijo que desde el 1 de enero de 2017 fusionará cuatro oficinas de la Santa Sede en un «Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral«.
Al ser elegido en 2013, Francisco se comprometió a realizar una limpieza en la burocracia de la Iglesia, fuertemente dañada por escándalos y acusaciones de avaricia y corrupción, y dijo que quería «una Iglesia pobre» que sirva a los pobres.
El Papa supervisará el trabajo sobre migración y refugiados dentro del nuevo dicasterio, o departamento, que absorberá las oficinas encargadas de justicia y paz, desarrollo humano y cristiano, inmigración y salud.
«Este Dicasterio será competente en las cuestiones que se refieren a las migraciones, los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura», señala el documento firmado por Francisco.
El Papa tomará personalmente a su cargo, «de manera temporal», el tema migratorio porque «no puede haber un servicio de desarrollo humano integral sin prestar particular atención al fenómeno de la migración».
El líder de los 1.200 millones de católicos del mundo ha defendido reiteradamente a los refugiados y ha pedido a los curas católicos en Europa que los acojan, aunque con limitado éxito.
Hace tres semanas, Francisco recibió a 21 refugiados sirios a los que invitó a almorzar a su residencia. En abril, luego de visitar un campo de inmigrantes en Grecia, Francisco llevó a tres familias de refugiados sirios a Roma con él.