Crónica TN8 se trasladó hasta el volcán Cerro Negro, a 25 kilómetros de la ciudad de León, para conocer la peregrinación del Señor de Esquipulas que cumple 68 años de celebrarse.
«Esta es una tradición que data del año 1948. Ustedes recordarán la erupción del volcán Cerro Negro de 1947, en León se hizo lo que se conoce hoy la Gritería Chiquita o de Penitencia, en estas comunidades rurales como Chacraseca y Lechecuagos, en ese misma fecha los habitantes lo que tenían era un Cristo de negro que es el Señor de Esquipulas. Entonces lo sacaron en procesión en los caminos de estas comunidades con la promesa que año con año iban a traer al propio cerro la imagen del Cristo de Esquipulas, entonces por eso año con año lo hemos estado celebrando», dijo Álvaro Baldizón miembro del comité organizador.
Devotos de las comunidades rurales de los Lechecuagos y Chacraseca recorren más de 14 kilómetros con el Cristo negro, procesión que sale de la casa la señora Olivia Tórrez en el sector de El Guapango hacia las faldas del volcán Cerro Negro, tradición que se realiza en agradecimiento por su intercesión para que cesara la erupción volcánica de 1947.
«La peregrinación es promesa, cuando el volcán Cerro Negro reventó entonces hemos venido en esta devoción que yo tengo de venir año con año», expresó doña Ricarda Morales de la comunidad La Ceiba en el departamento de León.
Cada 20 de agosto sale desde las 4:00 de la madrugada hasta llegar al Cerro Negro donde los católicos le realizan morada, le rezan y le realizan vigilia a la que asisten personas de diferentes comunidades. El Cristo lo regresan el 21 de agosto a su destino, la casa de doña Olivia, donde permanece todo el año.