Según una información que está circulando entre los hondureños en las redes sociales, los malhechores se están valiendo de una nueva forma de extorsión afuera de las salas de cine.
Según los rumores entre los internautas hondureños, la nueva forma de extorsión toma lugar en las entradas de los cines, justo cuando los desprevenidos ciudadanos se aprestan a comprar las entradas.
Los extorsionadores pretenden ser encuestadores los cuales les hacen varias preguntas sobre películas nuevas, actores y actrices solo para luego decirles que también estarán participando en una rifa.
Acto seguido, solicitan datos personales de la víctima, como ser: el número fijo de la casa, el nombre, el número de algún familiar y después al finalizar la encuesta le recuerdan que apaguen el celular para no molestar con el timbre y la luz a los demás espectadores.
Con esto es suficiente para que minutos después ellos contacten a sus familiares o conocidos con el propósito de extorsionarlos.
En esta nueva forma de extorsión, los malhechores le describen a quien conteste en los números obtenidos cómo anda vestido, color de su ropa, etc. con la idea de hacerles pensar que los tienen bajo secuestro.
30,000 lempiras le piden a la persona contactada -casi siempre familiares cercanos- para liberar al supuestamente secuestrado.
Después de establecer la cantidad de dinero que solicitan, dicen que volverán a llamar en 10 minutos, tiempo que típicamente utilizan las personas para intentar contactar a sus seres queridos quienes, naturalmente, se encuentran dentro de la sala de cine.
Como lo políticamente correcto es no contestar llamadas cuando se está viendo películas para no arruinarle la experiencia a los demás espectadores, las personas no suelen contestar.
Ahí es cuando la gente se suele tomar en serio lo del secuestro express y entran en pánico.
Muchas personas en una hora ya han depositado el dinero sin saber que la persona que pensaban secuestrada simplemente se encontraba disfrutando una película.