Las autoridades hondureñas separaron a 70 efectivos de la policía, con los que suman 291 despedidos en el proceso para sacar de la institución a los agentes vinculados con el crimen organizado, informó este miércoles la comisión depuradora.
La Comisión Especial de Depuración y Transformación de la Policía, creada en mayo, presentó en un comunicado una lista de despedidos que incluye a un subcomisionado, un subcomisario, 43 subinspectores, cuatro inspectores, catorce auxiliares y siete agentes.
En otro informe, la comisión indicó que hasta mayo la policía tenía 10,662 miembros de escala básica y 957 oficiales. La Comisión fue creada en mayo pasado con tres miembros de la sociedad civil y el Ministerio de Seguridad, luego de que el Congreso decretara una «emergencia» en seguridad.
El Congreso decretó la emergencia tras informes de prensa que involucraron a la cúpula policial en el asesinato del zar antidrogas Arístides González en 2009, y al asesor en seguridad Alfredo Landaverde en 2011, por encargo de narcotraficantes.
Este es el tercer proceso de limpieza de la policía que las autoridades hondureñas emprenden desde la década de 1990, y es el que ha resultado más efectivo.
Recluso no voló lejos
A las cuatro de la tarde de ayer martes se fugó del los Juzgados ubicados a la altura de la 33 calle, el privado de libertad José Armando Murillo Alarcón de 23 años de edad.
El originario de Choloma, Cortés, estaba siendo custodiado por el policía penitenciario Hilario Hernández asignado al centro penitenciario de esta ciudad, mediante reacción de la Policía Preventiva y después de un amplio despliegue policial por parte de patruyeros de la UMEP-7, al mando del comisario de policía Miguel Enrique Baltodano, se le dio recaptura, el cual se encontraba en el interior de una cuneta de desagüe, línea que divide el muro de los Juzgados con la parte del exterior (cañera).