El norte de Portugal, afectado por numerosos incendios de bosques desde el viernes, continuaba este domingo la lucha contra más de 160 focos ígneos para lo que se movilizaron 3.000 bomberos, gran parte de ellos para controlar los ocho siniestros más importantes.
En los alrededores de Aveiro, tres grandes incendios ocupan a unos 370 bomberos, cinco aviones y un helicóptero. Las llamas amenazaban a algunas viviendas y las autoridades evacuaron un cámping y cerraron una autorruta a la circulación, según los medios de comunicación portugueses.
Otros incendio, que amenaza desde el viernes a Melres y Medas, a menos de 20 km de Oporto, destruyó una casa este domingo y cercaba a centenares de otras, precisó a la AFP el alcalde de esta comuna de 6.000 habitantes, José Andrade. Medio centenar de personas fueron evacuadas, añadió. «Nos faltan medios. Toda la localidad trabaja con los bomberos, necesitamos ayuda», destacó.
Casi 180 efectivos y cuatro aviones fueron desplegados para intentar controlar este incendio, en el que resultaron heridos dos bomberos el sábado, uno por inhalación de humo y el otro a causa de una caída.
A pesar de haber registrado muy pocos incendios a comienzos de este verano (boreal), Portugal sufre los primeros siniestros de bosques de gran envergadura. En 2013, el país se vio particularmente afectado, con más de 150.000 hectáreas de bosques por completo calcinadas.