El gobierno griego ha conseguido esta tarde la aprobación por mayoría de una ley sobre energía presentada por el Ministerio de Medio Ambiente. En ella se había incluido una decisión sobre la construcción de una mezquita islámica en la zona de Votanikós, en Atenas.
La votación se produjo en la tarde del jueves durante la última sesión plenaria del parlamento, que ha cerrado por vacaciones estivales. La ley fue aprobada por 210 votos a favor y 20 en contra.
Los votos en contra fueron de diputados del partido nacionalista Griegos Independientes (ANEL), socios en el gobierno de SYRIZA, y del partido de extrema derecha neonazi Amanecer Dorado. El resto de los diputados votaron a favor.
La construcción costará 964.000 euros, según los datos de la Oficina del Estado. Grecia es hasta ahora la única capital europea sin templo islámico, algo que según la propuesta gubernamental daña la imagen y la credibilidad internacional del país. El Ministro de Educación, Filis, afirmó antes de la votación: «Si queremos evitar los problemas que tienen Francia y Bélgica, no tenemos que cometer los errores con los que ahora tienen que lidiar». Y añadió que «la existencia de mezquitas improvisadas es una vergüenza para el país y para la comunidad musulmana, además de un peligro para la seguridad nacional».
Desde hace años el Estado griego conocía su obligación de construir una mezquita en Atenas. Estuvo a punto de hacerlo antes de los Juegos Olímpicos del 2004 pero siempre ocurría algo que retrasaba su construcción: protestas, oposición de los vecinos del barrio o de un ayuntamiento cercano a Atenas donde se estudiaba instalar el templo, problemas urbanístico.
La decisión de la construcción de una mezquita en el barrio de Votanikós en Atenas, sobre un terreno perteneciente a la Marina, fue aprobada en el 2006. Pero el proyecto se vio paralizado por una serie de recursos legales en su contra, presentados, por separado, por distintas personas y asociaciones: dos oficiales de la Marina griega, un profesor de universidad, una asociación cultural local y el obispo ortodoxo del Pireo, Mons. Serafim. Hay que recordar que en Grecia no existe separación entre Iglesia y Estado y más del 95% de los griegos es, al menos oficialmente, de religión cristiana ortodoxa.