Autoridades penitenciarias informan sobre cantidad de asesinatos en diferentes penales de El Salvador. Ayer fue encontrado un reo fallecido en el Penal de San Francisco Gotera Morazán.
Moisés Isaí Sánchez Sánchez, de 21 años, se convirtió el martes en el interno número 11 en ser asesinado en menos de dos meses dentro de una cárcel.
Sánchez Sánchez, quien purgaba una condena en el penal de San Francisco Gotera Morazán fue ultimado la noche del lunes. En ese penal han sido alojados sujetos de la Mara Salvatrucha en su mayoría.
Según la Dirección General de Centros Penales, este sujeto descontaba una pena por posesión y tenencia de drogas, extorsión y agrupaciones ilícitas.
Su cadáver fue hallado en el sector seis del reclusorio. La Fiscalía apoyada de agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), realizó su reconocimiento durante la noche del lunes.
El sábado anterior, cuatro reos del centro penal de Quezaltepeque en La Libertad fueron asesinados. Las autoridades fiscales confirmaron que los reos murieron al ser asfixiados por estrangulamiento.
De acuerdo con la Fiscalía, una trifulca registrada la tarde del sábado terminó con la matanza. El penal de Quezaltepeque está mayoritariamente poblado de pandilleros de la 18.
Autoridades han determinado que el hecho ocurrió por una posible pugna entre el grupo pandilleril.
Los muertos fueron identificados como Juan Carlos Tejada Mena, Brayan Moisés Deras Andrade, Samuel Antonio Ventura Ramírez y José Armando Cáceres García, todos pandilleros de la 18.
Los primeros tres reclusos pertenecían a la celda 11 del sector uno, mientras que el último era del sector dos.
En agosto del año pasado, hace un año, 14 pandilleros fueron asesinados en otro hecho brutal dentro de ese mismo penal.
Un mes y seis días antes, el 18 de junio se registró otro cuádruple homicidio, solo que en el penal de Izalco.
Las víctimas eran pandilleros de la 18 y el motivo habría sido el mismo, según la Policía: una pugna interna entre el grupo delictivo que está dentro de ese recinto.
En ese mismo penal, solo que a principio de año, el 6 de enero, se registró otra masacre, tres reos fueron ultimados y uno más resultó herido.
Como en los anteriores casos, luego de poner al descubierto sus rencillas, se dio una trifulca.
En esa ocasión, el director de Centros Penales, Rodil Hernández, explicó que los reos fueron asesinados con punzones y que, supuestamente, uno de ellos era cabecilla de pandillas.
Semanas antes se registraron dos asesinatos más en penal de Santa Ana y en Cojuteque, casi en su clausura.