Donald Trump surgió triunfal de la disputa interna en el Partido Republicano presentándose como el único capaz de restaurar el orden en Estados Unidos, y abrió la fase decisiva del enfrentamiento con Hillary Clinton, la virtual candidata presidencial demócrata.
El multimillonario empresario electrizó el jueves en la noche a su audiencia en la convención nacional republicana con el discurso más importante de su vida, en el que prometió restaurar la seguridad, contener la inmigración y poner a Estados Unidos por delante de todo.
Diversos sondeos de alcance nacional indican que Trump se encuentra prácticamente empatado con Clinton, una exsecretaria de Estado cuya reputación quedó empantanada en un escándalo por el uso de un servidor particular de correos electrónicos durante su gestión.
Una encuesta realizada por la red CNN al fin de la convención republicana mostró para que 75% de los espectadores el discurso de Trump fue positivo, y 56% dijeron que era posible que voten por él.
Pero los ojos del país ahora se volverán hacia Clinton, quien se espera que anuncie como máximo hasta el sábado el nombre de su compañero de fórmula presidencial.
El Partido Demócrata iniciará el lunes su propia convención nacional, en que Clinton deberá ser investida formalmente como candidata presidencial.
El exsecretaria de Estado llega así a esa instancia después de superar en una encarnizada disputa interna al senador Bernie Sanders, quien ya le comprometió su apoyo en la convención partidaria.
Compañero de fórmula
Cuando en la próxima semana Clinton tome el escenario para aceptar la nominación presidencial demócrata, será el momento más importante hasta ahora de sus tres décadas de servicio público.
Trump, sin embargo, la describió como una persona corrupta, incompetente y alejada de la realidad. El legado de Clinton como secretaria de Estado, dijo Trump, está marcado por «muerte, destrucción, terrorismo y fragilidad».
Si Trump escogió como compañero de fórmula a Mike Pence por sus sólidas credenciales como político conservador, Clinton busca otras cualidades para su propio compañero.
El senador Tim Kaine, apuntado como el principal favorito, habla correctamente español, atrae electorado de diverso perfil, y además es proveniente de Virginia, un estado de fuerte influencia republicana.
En tanto, Tom Vilsack ha sido dos veces gobernador de Pensilvania y es actual secretario de Agricultura, de forma que representa una opción atractiva para electores de las zonas rurales.
Completando el trío de favoritos está Thomas ‘Tom’ Pérez, secretario de Trabajo y Empleo, un representante del ala más progresista del partido, con ascendencia mexicana y con excelente diálogo con los sindicatos.
Con menos posibilidades aparecen el almirante James Stavridis y la senadora Elizabeth Warren, quien podría ayudar a atraer hacia Clinton los votos que en la disputa interna eran de Sanders.
Entre los republicanos, resta ver si la antipatía hacia Clinton será suficiente para unir al partido y superar las dudas sobre la candidatura de Trump.
«Soy tu voz»
En un extenso discurso, Trump trazó un panorama sombrío de la actualidad de Estados Unidos, y aseguró que es el único candidato capaz de encontrar soluciones para los problemas más urgentes.
«Soy tu voz», dijo Trump apuntando a las cámaras de televisión, para seguidamente prometer mejores tiempos con «millones de nuevos puestos de trabajo y billones en nueva riqueza».
Dayna Dent, de 69 años y delegado republicano por el estado de Washington, dijo a la AFP que estaba «maravillado» con el discurso de Trump. «Pienso que Donald es muy real, y eso me gusta mucho de él», dijo.
En su discurso, sin embargo, Trump volvió a machacar con los temas preferidos de la derecha política estadounidense, mostrando porqué es considerado el más controvertido político en varias décadas.
Así, Trump volvió a defender que sea vetado el ingreso de extranjeros provenientes de países con casos de terrorismo, que se construya una muro en la frontera con México, y que los acuerdos comerciales sean descartados y renegociados.
«Solo yo puedo arreglar eso», dijo Trump. Instantes después, en la red social Twitter, Clinton envió una respuesta corta pero contundente: «Nosotros somos mejores que eso».
En sintonía, el propio Sanders también lanzó un guantazo a Trump desde Twitter durante el discurso. «¿Este tipo está en campaña para ser presidente o dictador?», publicó.
Pero la base del partido republicano presente en la convención disfrutó enormemente el discurso de Trump, aplaudiendo de pié en numerosas oportunidades sin mostrar las divisiones que se habían hecho evidentes en la reunión partidaria.
Un auxiliar del millonario candidato incluso llegó a decir a la prensa que el Partido Republicano era ahora el «partido de Trump«. Aunque se tornó evidente que figuras importantes del partido estaban ausentes, incluyendo los dos ex presidentes de apellido Bush.