La comunidad de Baton Rouge busca reconciliarse al despedir el martes con misas, flores y vigilias a los tres policías muertos a balazos a manos de un exmarine negro que los atacó intencionalmente.
Gavin Long, un veterano de la guerra en Irak de 29 años, abrió fuego contra agentes del orden el domingo frente a una gasolinera cercana a la sede de la policía de Baton Rouge. Tres murieron y otros tres resultaron heridos.
A lo largo del lunes y hasta primera hora del martes, en el lugar del ataque se acumulaban flores, globos y carteles en tributo a las víctimas.
Bajo un sol picante y con las ropas bañadas por el sudor, los residentes de Baton Rouge se abrazaban para rezar en círculo por los muertos.
Al anochecer del martes, varias iglesias bautistas celebrarán misas por los policías muertos, mientras el movimiento de defensa de los derechos de los negros NAACP prepara una vigilia.
El miércoles, universitarios y organizadores comunitarios planifican un gran encuentro en la Universidad Estatal de Luisiana.
Todas estas convocatorias buscan salvar las diferencias raciales evidentes en la ciudad y unir a personas de todas las razas en un llamado a detener la violencia.
«Los negros son exterminados impunemente porque vivimos en una sociedad que se niega a reconocer nuestra humanidad», dijo una de las activistas, Blair Imani, invitando a la vigilia del miércoles.
«No seré cómplice de la negación de la humanidad de nadie y esto incluye a los oficiales», añadió la musulmana de 22 años, que fue arrestada durante las protestas del domingo contra la violencia policial.
Ataques a policías
Según las autoridades, Gavin Long planificó su ataque y emboscó a sus víctimas.
Es el segundo ataque calculado contra las fuerzas del orden en 10 días, después de la masacre de cinco oficiales en Dallas cometida por otro joven negro reservista del ejército.
Pero aún no estaba claro si Gavin Long tenía las mismas motivaciones que Micah Johnson, veterano de la guerra en Afganistán que atacó a los agentes para vengar la muerte de hombres negros a manos de policías blancos.
«No hay duda de que estos oficiales fueron asesinados intencionalmente», dijo el lunes el coronel Mike Edmonson, de la policía de Luisiana, en una conferencia de prensa.
«No iba a detenerse allí», añadió el jefe de policía Carl Dabadie. «No tengo dudas de que se dirigía a nuestra sede (cerca del lugar del tiroteo) y que pretendía acabar con más vidas».
La tensión racial es palpable en Baton Rouge, sobre todo desde que un policía blanco ejecutó a quemarropa a un hombre negro, Alton Sterling, el 5 de julio.
«Siempre hubo tensiones raciales en Baton Rouge«, dijo a la AFP Dawn Giran, una maestra de 47 años que acudió a la gasolinera a hacer una ofrenda. «Sólo que estas tensiones ahora saltan a la luz por la violencia policial contra hombres negros».
Ciudad dividida
La reciente serie de episodios de gatillo fácil por parte de policías en Estados Unidos ha puesto en descubierto la profunda división en la sociedad por los prejuicios raciales.
Los asesinatos de Sterling en Baton Rouge y de otro hombre negro en Minesota provocaron una oleada de protestas en todo el país contra los abusos policiales.
Cerca de 200 familiares, amigos y vecinos de Matthew Gerald, uno de los oficiales abatidos, encendieron velas a última hora del lunes en la iglesia Healing Place.
«Quiero que todos reconozcan que la persona que tienen a su lado es su vecino», pidió el pastor blanco Jim Rentz. Los fieles, también todos blancos, dijeron amén.
En el otro extremo de la ciudad, Anthony Nelson, un activista de la comunidad negra, dijo a la AFP que «la gente en Baton Rouge está dividida, aunque tiene la oportunidad ahora de salvar esa brecha».
Teorías conspirativas
El tiroteo de Baton Rouge comenzó en la mañana del domingo cuando los agentes respondieron a una alerta sobre un hombre que portaba un fusil de asalto.
La policía divulgó imágenes de video donde se ve al atacante todo vestido de negro y con una máscara.
Estaba armado con un fusil de asalto IWI SAR y una pistola Springfield. En su vehículo también se recuperó un fusil de asalto de estilo militar.
El hombre fue identificado como Gavin Long, habitante de Kansas City, a más de mil kilómetros de Baton Rouge.
En 2015 Long cambió legalmente su nombre a Cosmo Ausar Setepenra y declaró ser miembro de la Nación Washitaw, un grupo de afroestadounidenses que afirman ser un pueblo autóctono de Estados Unidos.
De acuerdo a SITE, que monitorea los movimientos extremistas, Long «suscribía movimientos radicales y teorías conspirativas en línea y estaba en desacuerdo con las protestas pacíficas».
Sin embargo, uno de los policías muertos por Long/Setepenra también era negro. Se llamaba Montrell Jackson y tenía 32 años. Los otros dos policías eran Matthew Gerald y Brad Garafola.
En un mensaje reciente en Facebook, Jackson había escrito: «Juro por Dios que amo esta ciudad pero me pregunto si esta ciudad me ama. Cuando me pongo el uniforme me miran con odio, pero sin el uniforme soy considerado una amenaza».