El Senado votó el miércoles en contra de un proyecto de ley que buscaba negar fondos a los gobiernos estatales que protejan a sus residentes de las autoridades migratorias federales y de otra propuesta para imponer una sentencia mínima de cinco años de cárcel para aquellos deportados que reingresan ilegalmente a Estados Unidos.
La primera propuesta de ley, patrocinada por el republicano Pat Toomey, recibió 53 votos a favor y 44 en contra, por debajo de los 60 que necesitaba para que fuera objeto de debate en el pleno y recibiera un voto definitivo.
El proyecto legislativo sobre la sentencia de cárcel, impulsado por el senador republicano Ted Cruz, obtuvo una votación 55-42 y también se quedó corto del mínimo requerido de los 60 votos.
Los republicanos ocupan 54 escaños, los demócratas 44 y otros dos están en manos de senadores independientes. El líder demócrata en el Senado Harry Reid había advertido minutos antes de la votación que su bancada votaría contra ambas propuestas.
«Estos proyectos de ley siguen el mandato de Trump que demoniza y criminaliza a inmigrantes y familias latinas», dijo refiriéndose al precandidato presidencial republicano Donald Trump, quien ha ofrecido deportar a los 11 millones de inmigrantes que residen en Estados Unidos sin autorización.
Trump también ha propuesto anular el alivio dispuesto por el presidente Barack Obama para proteger de la deportación y conceder permisos temporales de trabajo a cinco millones de inmigrantes no autorizados y derogar el derecho automático a la nacionalidad estadounidense por nacimiento.
Reid también dijo que las dos propuestas de ley fueron traídas el miércoles al pleno solamente porque «los republicanos quieren algo de qué hablar antes de su convención», prevista este mes en la ciudad de Cleveland para designar formalmente a su candidato a la Casa Blanca.
Los republicanos en el Congreso han promovido estas medidas desde el asesinato en julio de 2015 de Kathryn Steinle en San Francisco, cuyo presunto autor permanecía en Estados Unidos pese a sus antecedentes criminales y haber sido deportado varias veces.
El presidente del Senado, el republicano Mitch McConnell, negó el miércoles antes de ambos votos que las propuestas busquen perjudicar a los inmigrantes legales.
«Sería increíblemente deshonesto afirmar que esta ley está dirigida contra los inmigrantes apegados a la ley que enriquecen nuestro país y no contra quienes sí está dirigida: aquellos que vienen a nuestro país ilegalmente y tienen sentencias penales», indicó.