El director del FBI, James Comey, anunció este martes que esa institución no recomienda presentar cargos contra al ex secretaria de Estado Hillary Clinton, aunque señaló que fue «extremadamente descuidada» en el uso de sus correos electrónicos durante esa función.
«Aunque hay evidencias de potencial violación de los estatutos que rigen el uso de información clasificada, nuestra opinión es que ningún fiscal razonable presentaría cargos en este caso», dijo Comey, para añadir que el FBI comunicaría al Departamento de Justicia «nuestra visión de que no hay cargos adecuados para este caso».
En una declaración a la prensa en que no permitió preguntas, Comey dijo que Clinton utilizó varios servidores privados para sus correos, que numerosas de sus comunicaciones incluían información secreta y que es «posible» que «actores hostiles» hayan tenido acceso a ellos.
Comey añadió que el equipo de investigadores realizó un examen de otros casos de mala manipulación de información secreta y clasificada para establecer criterios sobre cargos a ser presentados.
«No podemos encontrar un caso fue pueda dar soporte a la presentación de cargos criminales en estos hechos», señaló.
De acuerdo con Comey, los casos analizados previamente incluyen mala manipulación intencional de información reservada, «deslealtad» hacia Estados Unidos u obstrucción de Justicia. «No vemos esas cosas en este caso», afirmó.
Por eso, señaló Comey, el FBI dejaría una decisión final en manos del Departamento de Justicia, con la salvedad de que no habría «cargos adecuados» para ser presentados contra la ex secretaria de Estado.
Las investigaciones, añadió el funcionario, no hallaron «clara evidencia» de que Clinton o sus asesores hayan pretendido violar las leyes, aunque «hay evidencia de que fueron extremadamente descuidados en su manejo de información muy sensible, altamente clasificada».
Comey admitió que había un «intenso debate público» sobre esta investigación, y garantizó que ella fue conducida de forma «competente, honesta e independiente».