Han sido rivales acérrimos, aliados y colegas.
El martes, cuando suban al podio en su primera aparición de campaña, el presidente Barack Obama y Hillary Clinton mostrarán una nueva fase de su relación: codependientes.
La posibilidad de Clinton de ganar la Casa Blanca depende lograr el apoyo de la coalición del presidente. El legado de Obama depende en el éxito de Clinton. Ocho años después de que gastaron millones uno contra otro para ganar la Casa Blanca, ambos invertirán innumerables palabras y cuatro meses promoviendo el uno al otro en público.
La historia de cómo los rivales pasaron a ser amigos estará en el centro de la presentación de Obama–Clinton en Charlotte, North Carolina, dicen asistentes en ambos lados. En su mensaje, el presidente fungirá como testigo de la personalidad de su ex secretaria de Estado, que está luchando para convencer a votantes de su confianza y honestidad. No hay mejor político que testifique en su favor, creen muchos demócratas, que el hombre que otrora tuviera reservas sobre ella pero después cambió y se convirtió en uno de sus más fuertes promotores.
«Creo que él puede ser muy útil, particularmente con los votantes demócratas y algunos independientes que pueden tener dudas», dijo David Axelrod, principal estratega de la contienda de Obama en el 2008 para ganar la nominación demócrata ante Clinton. «Él puede hacer eso compartiendo su propia experiencia. Ellos fueron rivales, tuvieron sus diferencias; eso le da un poco más de peso».
La campaña de Clinton también espera que Obama actúe como recordatorio de otro capítulo más popular en la carrera de Clinton. Durante cuatro años, Obama confió en ella representara su política exterior por el mundo. Sentó junto a él en la Sala de Crisis de la Casa Blanca. Ella fue un buen soldado, poniendo de lado su ego político para trabajar para el gobierno del hombre que la derrotó. Durante su período en el Departamento de Estado, fue vista favorablemente por la mayoría de estadounidenses.
La Casa Blanca no ha descartado la posibilidad de que Clinton y Obama viajen juntos al evento en el avión presidencial Air Force One. La última vez que ambos viajaron juntos fue en el 2012, cuando visitaron Mianmar. Si bien se espera que Obama y Clinton solo estén en Charlotte durante unas horas, sus horarios podrían dejar espacio para una posible parada no anunciada que podría mostrar su relación personal.