Hallel Yaffa Ariel, una niña estadounidense de 13 años, según el Departamento de Estado de EE UU citado por Reuters, murió apuñalada este jueves por un palestino cuando se encontraba en su casa en el asentamiento judío de Kiryat Arba, en Cisjordania, muy cerca de Hebrón.
Mohamad Tayrah, de 19 años, logró a primera hora de la mañana flanquear la valla del asentamiento y acceder a la vivienda donde se encontraba la joven. El palestino, tras asestarle varias puñaladas, hirió a un guardia de seguridad de la colonia que trató de impedir el ataque y que también resultó herido grave de bala cuando el padre de la joven y otros guardias de seguridad del asentamiento abrieron fuego para abatir a Mohamad.
El autor murió allí mismo, mientras su víctima recibía los primeros auxilios.
Hallel fue evacuada de urgencia, inconsciente, al hospital Shaare Zedek, pero los médicos israelíes no pudieron hacer nada por salvarle la vida. A lo largo de la mañana y a medida que se conocían los detalles de la muerte de la joven, la tensión aumentaba en Hebrón, un polvorín donde se producen a diario enfrentamientos entre colonos israelíes y la población local palestina.
Hallel fue asesinada en su cama, mientras dormía. El ejército israelí hizo pública una fotografía en la que podía verse un peluche sobre su cama ensangrentada. El de este jueves ha sido un ataque similar al del pasado mes de enero en el asentamiento de Otniel y en el que un asaltante palestino acabó con la vida de Dafna Meir, otra colona judía que también fue asesinada en su casa.