Un sondeo y uno de los líderes de la campaña contra la Unión Europea concedieron este jueves una ligera ventaja al campo proeuropeísta en el histórico referéndum británico sobre la UE, que mantiene en vilo al continente y a los mercados mundiales.
La organización YouGov dio un resultado de un 52% de votos a favor de que el Reino Unido permanezca en la UE y un 48% en contra, apenas minutos después del cierre de los colegios electorales, a las 21H00 GMT.
«Los resultados son ajustados y es demasiado pronto para darlos como definitivos. Pero estos resultados, sumados a las recientes tendencias y precedentes históricos, sugieren una victoria de la permanencia» en la UE, explicó su comunicado de prensa.
Paralelamente, el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, declaraba a la emisora Sky News que «al parecer el voto para quedarse [en la UE] ganará».
Farage, que sacudió una y otra vez la escena política británica con sus ataques a los inmigrantes, destacó que la campaña había sido «extraordinaria» y que, según sus datos, la asistencia a las urnas había sido «excepcionalmente alta».
Los resultados oficiales no se conocerán hasta bien avanzada la madrugada del viernes.
Unos 46,5 millones de electores estaban llamados a participar en el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, tras dos meses de agotadora campaña.
«¿Debe el Reino Unido seguir siendo miembro de la Unión Europea o abandonar la Unión Europea?» era la pregunta de la consulta.
Nunca en la historia de la UE un país ha votado para abandonar el proyecto nacido en los años 1950. En el Reino Unido, el último referéndum de este tipo se remonta a 1975, cuando los británicos dieron el «sí» a la permanencia en el bloque.
A lo largo de la dura campaña, los sondeos han dado alternativamente sudores fríos y euforia a los partidarios de uno y otro campo.
Sin embargo, la bolsa de Londres y las grandes plazas europeas cerraron el jueves con fuertes alzas movidas por la convicción de que el Reino Unido seguirá en la UE.
Las apuestas acabaron siendo mejor termómetro que las encuestas en los últimos comicios -generales y referéndum de independencia escocés-, y éstas eran claras: 81% de posibilidades de que gane la permanencia.
El primer ministro británico, David Cameron, que fue quien decidió convocar el referéndum y que se juega su futuro político en la consulta, votó en el centro de Londres poco después de la apertura, sin dar declaraciones.
Más suspense tuvo la votación de otro de los líderes de la campaña anti-UE, el exalcalde de Londres, Boris Jonhson, que llegó apenas 18 minutos antes del cierre de su centro electoral.
Divididos en dos
Inmigración, economía, soberanía, independencia o interdependencia… Todos los temas suscitaron controversia y agrios debates, hasta el punto de dividir en dos a la sociedad británica.
Lesley Syer, una jubilada de 74 años, se quejaba amargamente de los inmigrantes -unos 3 millones de la UE– antes de votar en Biggin Hill, en las afueras de Londres. «No soy racista, pero esta isla es pequeña y nunca nadie lo dice. ¿Dónde vamos a meter a toda esta gente?», dijo a la AFP.
«Soy negro, mis padres llegaron como inmigrantes al Reino Unido en los años 1950. Nací en este país. Ahora dicen que los inmigrantes vienen aquí y se quedan con los trabajos, que es exactamente lo que se decía en los 1950″, dijo Paul Robinson, de 55 años, que trabaja en la industria del cine.
Cientos de miles de británicos están jubilados en España y cientos de miles de españoles jóvenes vinieron a trabajar al Reino Unido, los primeros en busca de sol, los segundos en busca de empleo.
Este jueves, Janet Manning, una jubilada británica de Orihuela, en el sudeste de España, explicó que no iba a votar, pero que probablemente lo hubiera hecho contra la Unión Europea, porque «el inglés está desapareciendo» en su antiguo barrio del sudeste de Londres a causa de la inmigración.
Efectos sísmicos
La salida británica supondría el mayor cuestionamiento al proyecto europeo en su más de medio siglo de historia.
Una salida atizaría las demandas de los independentistas escoceses y de los republicanos norirlandeses. Finalmente, dejaría en territorio desconocido a millones de inmigrantes europeos en el Reino Unido y de británicos en la UE.
Otros países como Holanda, o incluso Francia, muestran en los sondeos unos niveles de euroescepticismo muy elevados.
En Gibraltar, el enclave británico en el sur de la península ibérica, se teme que el Brexit traería el cierre de la frontera con España y el aislamiento, como ocurrió antes de que Madrid ingresara en la UE, en 1986.
«Logramos transmitir el mensaje de la importancia que tiene esto para Gibraltar», dijo a la AFP Gemma Vasquez, una abogada gibraltareña y activista pro-UE, que confiaba en que la mayoría de los 24.117 votos del enclave acaben engrosando el campo «Remain».
Los medios de Europa imploraron este viernes a los británicos para que no se vayan. El alemán Bild llegó a ofrecerse a admitir que uno de los goles que Inglaterra marcó a Alemania en la final del Mundial-1966 había traspasado la línea, algo que es todavía objeto de acaloradas discusiones.