Un adolescente fue asesinado ayer en un sector humilde de la periferia norte de Ciudad de Panamá, lo que se convirtió en el cuarto crimen con arma de fuego contra un menor de edad en las últimas dos semanas.
El adolescente, cuya identidad o edad no han sido reveladas por las autoridades, fue atacado aparentemente después de haber discutido con otro menor, que fue aprehendido por la Policía Nacional de Panamá en la misma zona.
El crimen se produjo en el sector de Cerro Batea, donde la víctima recibió un número no precisado de impactos de bala de parte del agresor, que fue identificado por el padre de la víctima.
Un funcionario de la policía dijo al canal local que los datos proporcionados por el padre del adolescente permitieron la captura del sospechoso, que ya había sido detenido en otras oportunidades por posesión de armas, pero había salido en libertad.
«Ya hay un aprehendido en el caso del homicidio de un menor registrado en El Hueco de Cerro Batea», confirmó la PN en su cuenta de Twitter.
Desde el pasado 9 de junio, cuatro menores de edad han muerto en Panamá producto de heridas de armas de fuego. El primer caso fue el de una niña de cinco años que pereció en una balacera contra su familia cuando viajaba en un vehículo con su madre y padre en la provincia de Chiriquí.
El día 14, en el noreste de ciudad de Panamá, un joven de 16 años fue asesinado de dos tiros en la cabeza cuando se dirigía a su centro educativo, y tres días más tarde, un adolescente de 15 años recibió varios balazos dentro de su casa, en una aparente venganza contra su madre, en Chiriquí.
Las autoridades han lamentado la mayoría de estos casos, algunos de los cuales han atribuido a rencillas entre los jóvenes producto de la violencia que afecta a sus zonas de residencia.
El Gobierno sostiene que Panamá disminuyó en cuatro puntos su tasa de homicidios en 2015, hasta 12 por cada 100.000 habitantes, con un 22 % de homicidios menos que el año anterior.