Autoridades mexicanas investigaban este lunes si entre los seis fallecidos en los choques entre maestros y fuerzas del orden en el estado de Oaxaca (sureste) hay víctimas de disparos policiales, informó la policía federal.
El gobierno de Oaxaca ya identificó a los seis fallecidos en los enfrentamientos del domingo en el poblado de Nochixtlán, mientras que en Juchitán un fotoperiodista fue asesinado a balazos por encapuchados tras fotografiar saqueos.
Enrique Galindo, comisionado de la Policía Federal, explicó a Radio Fórmula que se «realizan las necropsias» para determinar si alguno de los fallecidos, de entre 19 y 33 años de edad, fueron víctimas de disparos policiales.
Pero un dirigente de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Juan Garcis García, dijo el lunes que ocho personas murieron en la «masacre».
Los maestros aseguran que los actos de violencia son de «infiltrados» vestidos de civil y piden la renuncia del gobernador de Oaxaca, Gabino Cué.
García pidió una investigación de los hechos de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). «Los policías llevaban armas. Dispararon sin piedad. A eso fueron», aseguró.
Los choques se produjeron el domingo cuando unos 800 policías federales y estatales desalojaron con gases a maestros de CNTE, ala radical del magisterio que con apoyo de simpatizantes bloqueaban carreteras para protestar contra la reforma educativa de 2013.
Luego de que el gobierno rechazó que uniformados usaran armas, Galindo admitió que policías federales, con apoyo de estatales, recurrieron a sus armas tras ser rodeados por unos 2.000 personas, algunas de ellas haciendo disparos.
«Vivimos una emboscada, una situación totalmente diferente», lo que obligó a que los federales, con el apoyo de policía estatal, «llegaran con sus armas de cargo para tratar de ayudar a la población» entre las 11h00 y las 11h30 locales (16h00 y 16h30 GMT).
Sin embargo, fotoperiodistas locales aseguran haber captado a civiles y policías disparando una hora antes.
El gobernador dijo a la emisora Televisa que los seis muertos por los enfrentamientos son dos comerciantes, un campesino, un empelado, un estudiante y un regidor (funcionario local). También se reporta más un centenar de heridos.
En Juchitán, añadió Cué, murió el fotoperiodista Elidio Ramos, del diario El Sur del Istmo, quien fue acribillado por encapuchados tras fotografiar saqueos en protestas en esa localidad.
Estas manifestaciones se prolongan desde hace meses con distintas intensidades en los estados con fuerte presencia de la CNTE, principalmente Oaxaca, Chiapas (sureste), Guerrero (sur), Michoacán (oeste) y Ciudad de México, pero no habían llegado a enfrentamientos armados.
Las protestas se recrudecieron luego de la detención de dos líderes magisteriales, uno acusado de enriquecimiento ilícito y el otro por robo agravado de libros oficiales de la Secretaría de Educación Pública.