El gobierno de Venezuela exigió el miércoles evaluar la gestión de Luis Almagro como secretario general de la OEA al considerar que ha ocupado ese cargo y el presupuesto del organismo para atacar a la administración del presidente Nicolás Maduro.
«Hemos llegado al colmo de los colmos», denunció en la Asamblea General de la OEA la canciller venezolana Delcy Rodríguez, al destacar que Almagro ha hecho uso de los recursos financieros de la OEA, a través de la contratación de un asesor de comunicación que recibe 8.000 dólares mensuales, para atacar a Venezuela y su presidente.
Según la diplomática, Almagro ha llamado a Maduro «ladrón y dictadorzuelo» mientras su asesor de comunicación Sergio Jellinek utiliza de forma presunta su cuenta privada en Twitter para emitir mensajes contra la administración venezolana.
«Ese no es el lenguaje para referirse a un mandatario por parte de un funcionario de una organización internacional», detalló.
Rodríguez insistió que Almagro encabeza un «linchamiento» contra Venezuela al haber invocado la Carta Democrática Interamericana por considerar que el gobierno de Maduro ha vulnerado el orden constitucional.
El Consejo Permanente de la OEA tiene previsto reunirse el 23 de junio en su sede en Washington para analizar un informe que presentó Almagro a fines de mayo sobre la situación de Venezuela.
La OEA anunció el miércoles que el Consejo Permanente sostendrá otra reunión previa el 21 de junio para escuchar a los expresidente José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá sobre sus gestiones de mediación entre el gobierno de Maduro y la oposición.
Por iniciativa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), los tres exmandatarios se han reunido durante el último mes con representantes de la oposición y del gobierno venezolano en busca establecer una mesa de negociación.
El nicaragüense Denis Moncada había solicitado la renuncia de Almagro por considerar que ha actuado de manera injerencista y fuera de sus atribuciones al invocar la Carta Democrática.
En tanto el secretario de Estado estadounidense John Kerry apoyó la víspera la posibilidad de que los venezolanos se expresen «de manera pacífica y democrática» a través de los mecanismos establecidos por la constitución, como el referendo revocatorio.
Varios de los cancilleres asistentes han manifestado su apoyo a la mediación que promueve la Unión.
«La situación de Venezuela será resuelta por los propios venezolanos», dijo en conferencia de prensa el canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien pidió «dar espacio a una negociación entre venezolanos».