La sección paraguaya de Amnistía Internacional criticó el lunes a las autoridades judiciales por no investigar la muerte de 11 campesinos sin tierra propia en una balacera con policías durante el desalojo de una finca en 2012.
En el enfrentamiento fallecieron, además, seis de los 420 policías movilizados para el desalojo de la finca ubicada en el distrito Curuguaty, a unos 280 kilómetros al noreste de Asunción.
«De forma preocupante, el juicio ha versado únicamente sobre la muerte de los seis policías. Sin embargo, ninguna persona ha sido investigada por la muerte de los 11 campesinos, ni tampoco ha sido acusada ninguna persona por las alegaciones de tortura y otros malos tratos durante la detención policial, hechas por varios campesinos», señaló el comunicado de Amnistía Internacional.
El tribunal de sentencia, que el martes recibirá los alegatos finales de la fiscalía y la defensa, solo juzgará las acusaciones contra los campesinos por presunta asociación criminal, tentativa de homicidio doloso e invasión de terreno ajeno.
El fiscal Jalil Rachid presentó las imputaciones en 2012 aclarando que no pudo identificar quién mató a los policías y tampoco investigó quién mató a tiros a los campesinos porque su pesquisa se concentró «en la emboscada de los labriegos a policías», según dijo a The Associated Press.
En coincidencia con el pronunciamiento de Amnistía por malos tratos de los policías hacia los labriegos, el lunes durante el último día de la etapa de declaraciones de testigos, el defensor Amelio Sisco del acusado Rubén Villalba denunció que su cliente fue amenazado por policías.
«Le dijeron en el idioma guaraní que su cuerpo ya tiene olor a carne asada y mostrándole su rifle le expresó: esto será tu comida», describió el abogado. El magistrado Ramón Trinidad, presidente del Tribunal dijo que enviará la denuncia a la fiscalía.