Hillary Clinton aplastó a Bernie Sanders el domingo en las primarias presidenciales demócratas de Puerto Rico, lo que la coloca muy cerca de capturar la nominación de su partido.
Tras una victoria por paliza el sábado en las Islas Vírgenes Estadounidenses y un triunfo decisivo entre los puertorriqueños, a Clinton le faltan menos de 30 delegados para sumar los 2.383 que necesita con el fin de obtener la nominación, de acuerdo con un conteo de The Associated Press.
«¡Acabamos de ganar en Puerto Rico!», tuiteó Clinton en inglés, y en español agregó: «¡Gracias a la Isla del Encanto por esta victoria!»
Ella se encontraba en un evento de campaña en Sacramento, California, cuando se anunciaron los resultados de la isla caribeña.
Éstos llegaron con lentitud el domingo, ya que los funcionarios contaron los votos a mano y se enfocaron primero en dar a conocer los resultados vinculados a las elecciones primarias locales, dijo Kenneth McClintock, exintegrante del Comité Nacional Demócrata en Puerto Rico.
A medida que los resultados en la isla arribaban poco a poco, Clinton mantuvo una ventaja constante de 2 a 1 sobre Sanders.
Los puertorriqueños no pueden votar en las elecciones generales, pero la situación política en la isla podría tener repercusiones en la campaña en lo que resta del año. Decenas de miles de isleños se han ido para escapar de una economía en pésimo estado, y muchos de ellos se han establecido en Florida, un estado crucial en los comicios.
Aunque Clinton no pasó mucho tiempo en Puerto Rico, la victoria está cargada de simbolismo para su campaña. Hace ocho años, en momentos en que la nominación presidencial se le escapaba de las manos, recorrió las calles de San Juan en la parte trasera de un camión con plataforma en un intento por granjearse a los votantes mientras se hacía acompañar de sonora música latinoamericana.
Superó a Barack Obama, en ese entonces senador por Illinois, con casi 68% de los sufragios.
«Estoy con Hillary, nena», dijo Cándida Dones, de 83 años, mientras depositaba su voto. «Estoy loca porque sea una presidente mujer. Es mujer como nosotras. Esa tiene pantalones. Si no nos defendemos nosotras, ¿quién nos va a defender?»
Tanto Clinton como Sanders pasaron el domingo en California, el premio mayor de los cinco estados que votarán el martes. Clinton le dijo a una multitud entusiasta en la iglesia bautista Greater St. Paul en Oakland que el país se está «volviendo indiferente a la gran mortalidad por la violencia con armas», mientras que Sanders hizo una serie de escalas en Los Ángeles antes de presidir un mitin nocturno en San Diego.
«Lamento interrumpir su almuerzo», declaró Sanders en el restaurante Hamburger Mary’s. «Sólo quería decir que el martes, como todos ustedes saben, se llevará a cabo una primaria demócrata muy importante aquí en California. Y mi esperanza es que todo el mundo muestre solidez y deje bien claro que ya es muy tarde para la política de la corriente dominante».
Los que observaban los resultados en Puerto Rico se enfocaron en el impacto que éstos tendrán en la contienda por la nominación demócrata, pero muchos de los electores en la isla se interesaron más por la crisis económica que la afecta.
Tanto Sanders como Clinton han prometido ayudar en momentos en que el gobierno puertorriqueño intenta reestructurar una deuda pública de 70.000 millones de dólares que el gobernador ha dicho es impagable.
«Es un momento políticamente importante para Puerto Rico«, dijo Emanuel Rosado, de 29 años y partidario de Clinton. «A raíz de la crisis económica estoy tomando acción».
Entre los que votaron estaba Andrés López, un superdelegado del Partido Demócrata, uno de los funcionarios partidistas que puede sufragar por el candidato de su preferencia en la convención de mediados de año. No se había decidido por nadie, pero el domingo dijo que respaldará a Clinton.
Ella lleva 1.807 delegados que ha ganado en primarias y en asambleas partidarias, mientras que Sanders suma 1.516. Cuando se incluye a los superdelegados, su ventaja sobre Sanders es sustancial: 2.355 frente a 1.562.
Con el respaldo de López, los siete superdelegados de Puerto Rico se han comprometido a apoyar a Clinton.
«Es hora de enfocarnos en aplastar a ‘El Trumpo»’, refiriéndose a Donald Trump, el virtual candidato republicano a la presidencia.