Cuatro personas han sido asesinadas y posteriormente calcinadas en cuestión de 48 horas en el territorio costarricense.
Las autoridades han realizado numerosas pesquisas para establecer el móvil de estos crímenes, que mantienen preocupada a la población. El cuerpo de un hombre fue encontrado en una finca bananera de Saborío en Matina en Limón, provincia de Costa Rica.
El cuerpo tenía múltiples heridas, una pierna fracturada y totalmente calcinado entre hojas secas. Aparte de este hecho, el pasado miércoles el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) reportó dos casos similares en Paso Canoas, Zona Sur; además otro hallazgo en barrio Socorro, Heredia, donde prendieron en llamas a un hombre y lo lanzaron a un guindo.
De acuerdo con informaciones suministradas por la policía, los peones de la finca realizaban su ruta para conectar las ruedas por las cuales transportan los racimos de banano cuando en una explanada divisaron lo que parecía una fogata. Al acercarse por poco caen de espaldas por la impresión, al ver que se trataba de una persona corrieron hasta sus superiores, a quienes les contaron sobre lo que habían encontrado.
Unidades de la Cruz Roja de Batán en compañía de la Fuerza Pública de Costa Rica se presentaron al lugar del hallazgo, donde confirmaron lo relatado por los trabajadores. Tras verificar que se trataba de un cadáver, los uniformados procedieron a cubrirlo y dar aviso a la oficina del OIJ de Batán para que los agentes se trasladaran a realizar el levantamiento.
Durante varias horas los judiciales estuvieron en la escena, buscando evidencias relacionadas con la forma en que asesinaron a la víctima, sin embargo fue poco lo conseguido. Habitantes personas de la zona manifestaron que el occiso podría ser un exreo vecino de Limón, conocido únicamente como Sergio, no obstante la oficina de prensa de la policía judicial confirmó que hasta ahora no se ha obtenido la identidad.
Los peones bananeros detallaron que el día previo al hallazgo no vieron a ninguna persona sospechosa cerca del sitio. Alrededor del cuerpo había sangre, no llevaba camisa ni zapatos, además tenía la pierna izquierda fracturada, por lo que se presume que fue torturado antes de calcinarlo.
Las autoridades judiciales de Batán intentan recabar toda la información posible para comenzar con la línea de trabajo, que apunta a un ajuste de cuentas relacionado con el crimen organizado.