Siete mujeres bolivianas diagnosticadas de zika en el transcurso de su embarazo dieron a luz sin complicaciones para su salud, ni para la de los bebés, confirmó este martes el titular de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, Roberto Torres.
El responsable médico afirmó que en la semana 20 desde que se registró el primer caso en el departamento, en el este de Bolivia, son 104 los diagnósticos acumulados y 518 el total de casos sospechosos.
De ellos, 48 corresponden a mujeres embarazadas, de las que siete tuvieron partos sin complicaciones.
Otras dos mujeres abortaron espontáneamente, pero Torres afirmó que es «difícil de determinar» si ha sido causa del zika.
Investigadores y médicos vincularon un aumento exponencial de los casos de microcefalia en neonatos a la epidemia de zika en Brasil a finales de 2015, pero en Bolivia -donde la epidemia registra una incidencia mucho menor- no se ha observado esta coincidencia.
Torres informó que el Sedes mantiene un protocolo de observación que incluye visitas a domicilio para todas las mujeres embarazadas que hayan contraído el zika en algún momento, así como para las madres en la misma situación y sus hijos recién nacidos.
Recordó que la epidemia tiene «baja incidencia» en Santa Cruz -donde se han registrado la gran mayoría de casos en Bolivia- y aseguró que los diagnósticos de zika descienden desde hace cuatro semanas.
Para el caso del dengue y la chikungunya, enfermedades tropicales que se transmiten por el mismo mosquito que el zika, los diagnósticos ya se sitúan a niveles del inicio de la epidemia, entre diciembre y enero de este año.
No obstante, el doctor advirtió de que es posible que durante la próxima estación de lluvias -entre octubre y marzo- aumenten los casos y el zika se difunda por otras regiones y por las zonas rurales.
«Esa es la historia natural de estas epidemias», apuntó.
El zika es una enfermedad transmitida por las picaduras del mosquito Aedes aegypti y, con menor incidencia, por vía sexual, que causa fiebre, irritación o dolor de cabeza, pero no tiene consecuencias graves en general.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia global en febrero pasado por la fuerte incidencia de los casos de microcefalia en países como Brasil, que también presentaba una epidemia de zika.