Policías militares descubrieron ayer un cementerio clandestino, en una montaña de la colonia Los Pinos, en Villanueva, Cortés, Honduras, donde habrían sepultadas al menos cinco víctimas, pero solo tres han sido confirmadas.
A eso de las 8:00 de la mañana, miembros de la Policía Militar del Orden Público de Honduras que andaban en busca de pistas sobre un crimen no resuelto, detectaron las cinco fosas.
Inmediatamente excavaron para confirmar sus sospechas de que en estas había restos humanos, encontrando en tres de ellas cadáveres; uno en estado putrefacto lo que significa que está reciente.
Posteriormente alertaron a los forenses, detectives de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y fiscales del Ministerio Público (MP), para que llegaran a realizar el reconocimiento de ley.
Sin embargo, no lograron hacerlo, por lo que hoy esperan que llegue un equipo de exhumación procedente de Tegucigalpa que trabajará con personal de San Pedro Sula, para extraer los restos y trasladarlos a la morgue como parte del proceso investigativo.
Al bajar de la montaña, las autoridades manifestaron que ayer no podían hacer nada, pues es una zona boscosa y peligrosa.
Indicaron que a lo anterior se agrega el hecho que los cuerpos están enterrados, lo que les complicó hacer el levantamiento, pues, aunque el hallazgo se hizo temprano fue en la tarde que lograron verificar la existencia de las víctimas.
A uno parece que le hubiesen prendido fuego dentro de la fosa, porque echaba humo, comentaron.
Un agente de la Policía Militar del Orden Público de Honduras que prefirió no identificarse, dijo que uno de los ahora occisos puede ser un hombre que fue raptado con todo y vehículo hace unas tres semanas en este sector, pero ese extremo lo confirmarán o desestimarán con los resultados de la autopsia.
De ese caso, manifestaron que encontraron el turismo, negro en La Lima, Cortés, pero sospechan que los responsables de cometer el crimen lo dejaron abandonado allá, para despistarlos.
Horas más tarde, la Policía Nacional confirmaron la detención de cinco sospechosos, los cuales fueron trasladados a las instalaciones de la DPI para efectos de más averiguaciones.
Ante esa situación, algunos familiares manifestaron que fueron detenidos injustamente porque ellos no son delincuentes.