El hombre de apellidos Esquivel Rojas, La Bestia de Alajuelita, quien enfrenta a la justicia por asesinar a sus dos hijos recién nacidos, agrediéndolos de forma brutal, se tatuó en su brazo derecho en letras grandes el nombre de la banda satánica E Nomine, cuyas letras enaltecen al demonio.
En su etapa de conclusiones la fiscalía hizo alusión a tal hecho, alegando que existían comportamientos muy extraños y violentos en el imputado de 27 años, debido a sus gustos musicales y demás creencias.
El Ministerio Público solicitó al tribunal 70 años de prisión para Esquivel por la muerte de ambos menores, así como 35 años de cárcel para una de las madres de apellido Cubillo.
La banda de rock es originaria de Alemania. E Nomine se deriva del término en el nombre y a lo largo de los años ha sido objeto de críticas por lo fuerte de sus canciones, que atentan contra los principios religiosos. Ni dios ni arcángel, soy el abismo, el caos, mi nombre es Lucifer, soy el anticristo, el señor de la oscuridad, expresa Lucifer el príncipe de la oscuridad, una de las canciones de esa agrupación europea.
En audiencia en el Tribunal Penal de Pavas, Esquivel Rojas La Bestia de Alajuelita mantuvo la mirada fija al suelo, los brazos cruzados y una actitud fría, al mismo tiempo que su abogado intentaba encontrar las palabras correctas para describir el perfil de su representado.
Conforme ha avanzado el juicio, la fiscalía profundizó en una serie de testimonios que señalan a Esquivel Rojas La Bestia de Alajuelita como un hombre severamente agresivo. Incluso el expediente revela que en una oportunidad fue encontrado con los ojos en blanco intentando agredir a su hijastra. K (pareja del hombre) llegaba corriendo y se encontraba al imputado encima de su hija con los ojos en blanco y sosteniéndola con mucha fuerza, pero por más que K le decía que la soltara, este no lo hacía y se veía como si estuviera poseído por el diablo, se lee en el expediente judicial el testimonio de una amiga de la pareja del encartado.
Los informes forenses respecto a la psicología de Esquivel Rojas aseveran que al momento de los hechos contaba con toda su capacidad mental para diferenciar lo bueno de lo malo. En el mismo sentido se determinó por medio de evaluaciones que su carácter se interponía ante el razonamiento.
Los hechos por los cuales se acusa a este joven vecino de San Josecito, Alajuelita, ocurrieron en dos periodos y con relaciones sentimentales distintas. El primero en junio de 2011, fecha para la cual agredió fuertemente a su hijo de apenas 10 días de nacido, José Ángel Esquivel Garro, declarado fallecido en el Hospital Nacional de Niños cinco días después.
El segundo caso ocurrió cuatro años más tarde, en esa oportunidad a finales de agosto de 2014 el sospechoso en apariencia, tras una serie de golpizas, envió al hospital a su hija Videl Esquivel Cubillo, quien para ese momento tenía tan solo 4 meses. La fiscalía ordenó su detención después de este último caso, también incluyó como imputada a la madre de la menor Videl Esquivel Cubillo porque consideró que hubo omisión de su parte a la hora de brindar protección a la niña.
Milton Gutiérrez, abogado representante del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), manifestó que durante el proceso se ha intentado hacer ver la responsabilidad de la madre de la menor. Respecto a la mamá del pequeño José Ángel, se comprobó por medio de investigaciones que era víctima de agresiones domésticas y siempre cuidó al bebé. Queremos que la gente sepa, más que todo las madres, que ellas son responsables en este tipo de casos por omitir lo que sucede con sus hijos. Nuestra representación ha querido hacer ver que hubo responsabilidad de parte de la señorita imputada por no velar por la protección de su menor, declaró Gutiérrez.
El juicio finalizó con las conclusiones del PANI, a la espera de que el próximo lunes se realice la lectura de la sentencia contra ambos imputados.