El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos lamentó que siga en la impunidad la muerte de una veintena de supuestos criminales, algunos de ellos presuntamente víctimas de ejecuciones extrajudiciales a manos de militares en 2014, en un caso que la agencia considera clave para mostrar el compromiso de las autoridades para aplicar la ley.
«Estamos profundamente preocupados que casi dos años después de que se cometieron graves violaciones a los derechos humanos en Tlatlaya en el Estado de México, incluida la presunta ejecución sumaria de al menos 12 personas, el caso continúa sumido en la impunidad y a las víctimas se les siguen negando sus derechos a la justicia y la verdad», señaló en rueda de prensa en Ginebra la vocera del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani.
Un tribunal ordenó la semana pasada la liberación de los últimos tres militares acusados de la muerte de los presuntos delincuentes en 2014 en una bodega de Tlatlaya, una municipalidad del Estado de México, que bordea la capital.
La Procuraduría General de la República señaló inicialmente que el tribunal absolvió a los tres militares y que ya no podía apelar el fallo, sin embargo, horas después señaló que tras revisar la decisión judicial aún tiene una posibilidad aportar nuevas pruebas para intentar volver a arrestar y procesar a los tres militares.
El 30 de junio de 2014, el ejército informó de la muerte de 22 presuntos delincuentes en un supuesto enfrentamiento en Tlatlaya. Sólo un soldado resultó herido y tres mujeres sobrevivieron, aunque a raíz de una investigación de The Associated Press surgieron contradicciones sobre esa versión y tras investigaciones propias, tanto la Comisión Nacional de Derechos Humanos como la Procuraduría señalaron que hubo al menos una docena de ejecuciones extrajudiciales.
Siete militares fueron procesados en un principio, aunque sólo tres fueron acusados de homicidio.
La portavoz del Alto Comisionado llamó a las autoridades a garantizar una investigación imparcial que examine la posible participación de altos mandos militares.
Recordó que en una visita a México en octubre, el Alto Comisionado Zeid Ra’ad Al Hussein, dijo que Tlatlaya sería visto por su oficina «como una prueba del compromiso de las autoridades para combatir la impunidad«.