«No quiero hacer especulaciones, pero si se analiza la situación propiamente dicha, las posibilidades de sufrir un atentado terrorista son mucho más altas que las de tener un fallo técnico«, afirmó en conferencia de prensa Sherif Fathi, el ministro de Aviación egipcio.
Las palabras del funcionario coinciden con el análisis de los expertos. «El hecho de que no se enviara un mensaje de emergencia da a entender que hubo un acontecimiento brutal, que podría ser un atentado«, según explicó Jean-Paul Troadec, ex director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), en declaraciones a la radio francesa Europe 1.
«Damos prioridad evidentemente al atentado, el contexto político lo propicia», dijo por su parte el experto en aeronáutica Gérard Feldzer. Francia, duramente golpeada en 2015 por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), y Egipto, donde Al Sisi derrocó al presidente islamista democráticamente elegido Mohamed Mursi, son dos países en la mira de grupos yihadistas. Pero, «en general, este tipo de atentados, si es el caso, es reivindicado», precisó el especialista.
«La bomba colocada a bordo en (el aeropuerto parisino de) Roissy o en El Cairo es algo posible», puesto que resulta muy difícil controlar «al 100% un aeropuerto, incluso si Roissy está muy vigilado. No es una hipótesis que se pueda descartar», añadió Feldzer.
«Lo primero que se tiene que hacer es recuperar los restos, que darán indicaciones sobre el accidente (…). Si hubo una explosión, quizás haya rastros de explosivos», señaló Troadec.
Sin embargo, Feldzer considera poco probable la hipótesis del derribo intencionado, ya sea de un misil tierra-aire (probable causante del siniestro del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en Ucrania en julio de 2014) o de un cohete mar-aire (como el lanzado desde un crucero de combate estadounidense contra el vuelo 655 de Iran Air en julio de 1988).
A 37.000 pies de altura (11.000 metros) y lejos de las costas, el avión de Egypt Air estaba, además, fuera del alcance de eventuales misiles portátiles en manos de grupos insurgentes de Medio Oriente.
El vuelo MS804 París-El Cairo de EgyptAir desapareció de los radares a las 00:45 horario GMT (02:45 hora de El Cairo) en el espacio aéreo egipcio, a «30 o 40 millas (el equivalente a entre 48 y 64 kilómetros) de la costa» norte del país, indicó el vicepresidente de la compañía nacional egipcia. El Ejército aseguró que no se había emitido «ningún mensaje de emergencia». Los primeros restos fueron encontrados frente a la isla griega de Creta.