Guayo, así era conocido Norman Eduardo Guerrero Aráuz, de 30 años, quien falleció luego de caerse desde la canastera del bus expreso Ortez que cubre la ruta Ocotal-Managua.
Según algunos testigos, al momento de la tragedia el bus se encontraba estacionado en la terminal de buses para disponerse a cumplir su itinerario, cuando a eso del mediodía Guerrero Aráuz como de costumbre se prestó de voluntario a bajar maletas desde la canastera, con lo cual se ganaba una propina para llevar el sustento a su esposa e hijos.
Aparentemente, Guayo tomó la maleta y pensó que estaba pesada, se preparó para levantarla y bajarla, pero resultó que el paquete era liviano, por el impulso se precipitó al vacío e impactó boca abajo en el adoquinado del estacionamiento del mercado Nicolás Antonio Madrigal.
Norman Eduardo Guerrero Aráuz, fue recogido por personas que se encontraban en el lugar del lamentable accidente, para luego trasladarlo de emergencia en un vehículo particular al Hospital Alfonso Moncada Guillén aún con vida, pero pese a los esfuerzos médicos minutos después murió por causa del mortal golpe en uno de los parentales de la cabeza.
El joven era ayudante de buses en la terminal de esta cabecera y residente del barrio Teodoro López de Ocotal, hijo de Norman Guerrero y con su muerte enluta a una familia que hoy sufre esta irreparable pérdida. Norman Eduardo Guerrero Aráuz, deja en la orfandad a dos hijos que procreó con su expareja y a un nuevo retoño que esperaba con su nueva compañera, quien está embarazada.
La tragedia provocó la reacción del intendente del mercado Monseñor Madrigal, Lucía Sanders, quien manifestó que se revisará con la cooperativa de buseros y el Ministerio de Transporte, medidas restrictivas para evitar que se repitan tragedias como la de ahora. En tanto, que comerciantes de la terminal de buses realizaban una recolecta para ayudar a la familia en los funerales de Guayo.
